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La banca española mantiene huchas de capital que exceden los mínimos regulatorios exigidos, pero continúa a la cola entre los sistemas financieros europeos, aunque en morosidad ha seguido siendo alumno ejemplar en su limpieza y destaca entre los mejores cuando la lupa se pone en la eficiencia.

Son algunas de las conclusiones que se extraen del ejercicio de transparencia publicado este lunes por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), donde analiza los balances de las 127 entidades financieras significativas que están bajo supervisión directa del Banco Central Europeo (BCE) y representan el 74% del total de activos bancarios de Europa.

España es de nuevo uno de los países que más transparenta su banca, al someterse a examen a 12 entidades, que copan el 91% de los activos bancarios del país; solo superado en censo por Alemania, con 17 entidades analizadas, si bien apenas copan el 48% de su sector financiero, y en porcentaje por Grecia, donde se escruta al 96% del sector, aunque solo sean 4 bancos.

Conforme a los datos de la EBA, el capital de máxima categoría medio o CET1 fully loaded aumentó en el conjunto de la banca europea desde el 14,4% de septiembre de 2019 al 14,8% al cierre de año, últimos balances analizados por la autoridad bancaria.

En la banca española escaló del 11,6 al 11,9%, pero se mantiene alejado de la media europea y en la cola del sector, aunque lo haya reforzado, junto con Bulgaria, que también exhibe un 11,9%.

Entre los menores colchones figuran también los de la banca de Italia (13,2%), Portugal (13,5%), Hungría (13,8%) y Austria (13,9%), alejados de la banca británica (14,6%), la francesa (14,6%) o la alemana (14,5%).

Los mejores registros corresponden a su vez a los sistemas financieros de Islandia (21,8%) Malta (19,7%), Bélgica (19,4%), Luxemburgo (19,3%), Letonia (18,5%) o Estonia (18,6%).

A la banca española le pesa que para dar un ratio similar a otros países tenga que acopiar mayor hucha en recursos propios, al ser su demanda superior en volumen de activos ponderados por riesgos, es decir, en función de la exposición al riesgo.

Por entidades, el ranking nacional de solvencia lo lidera Kutxabank, con un capital CET1 fully loaded del 16,9% al cierre de 2019, superior al 16,5% que tenía en septiembre; seguido por Unicaja, con el 13,8% (frente al 13,5% de tres meses atrás); BFA-Bankia, con un 13,4% (13,2% previo), Liberbank, con el 13% (12,4%), el banco de Cajamar, con el 12,3% (12,4%) y Abanca, con el 12% (11,7% en septiembre).

Le siguen Caixabank, con el 12% y que también mejora el 11,7% de septiembre; BBVA, con un 11,7% (11,6%), Bankinter, con el 11,6% (11,3%), el Sabadell, con el 11,7% (11,2%), Ibercaja, con un 11,4% (11,4% también en septiembre) y el Santander, que eleva su ratio en esos tres meses del 11,1 al 11,4%.

MOROSIDAD Y EFICIENCIA

En calidad de los activos, la banca española destaca por su mejora. Con un ratio del 3,2% frente al 3,4% que tenía en septiembre y cubierto con provisiones al 42,9% se coloca en línea con la media europea (un 2,7% de activos improductivos y el 44,7% de cobertura).

Los peores resultados aquí los sufre Grecia, con activos dañados por un 35,2% de su cartera, seguida por Chipre (19,3%), Bélgica (18,2%), Portugal (7,6%) e Italia (6,7%). Los mejores registros corresponden a Suecia (0,5%), Noruega (1,3%), Dinamarca (1,3%), Reino Unido (1,3%) y Finlandia (1,4%).

En eficiencia la banca española continúa exhibiendo uno de los mejores registros al consumir los gastos operativos un 52,7% del beneficio, frente al 64% de promedio europeo. Le gana Noruega, ya que su banca solo gasta en coste operativos el 42,6% de los ingresos; Suecia (46,7%) o Bulgaria (44,6%), pero la banca española es más eficiente que la alemana (84,4%), la francesa (71,2%), la italiana (64,8%) o la británica (61,4%).

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