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La reunión de diciembre de la Reserva Federal está marcada en el calendario de muchos inversores con la esperanza de que finalmente se produzca una relajación en la subida de tipos de interés. El titular del organismo, Jerome Powell, alimentó a principios de mes la posibilidad de una subida de 50 puntos básicos, poniendo fin a cuatro alzas consecutivas de 75 pb, y los analistas ya lo dan por hecho, especialmente después de un descenso de la inflación que ha superado cualquier expectativa.

Desde Oxford Economics señalan que la Fed se encontraba "arrinconada desde una perspectiva de comunicación", puesto que los datos no respaldaban del todo su intención de reducir el ritmo de alzas en los tipos hasta los 50 pb, con un "mercado laboral que se mantiene fuerte, con la tasa de desempleo estancada por debajo del 4% y el crecimiento de los salarios nominales por encima del 5% interanual, en comparación con el 3,5% que necesitaría la Fed para ayudar a ejercer cierta presión a la baja sobre la inflación".

Sin embargo, el organismo por fin ha encontrado el apoyo de los datos para mantener la pauta marcada, con un IPC que en noviembre cayó hasta el 7,1% en tasa interanual -venía de un 7,7% en octubre-, superando en dos décimas las expectativas del consenso del mercado, que esperaba una reducción hasta el 7,3%.

"El pronóstico es que la Fed aumente el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 50 pb hasta el rango entre el 4,25% y el 4,5%. Los futuros de fondos federales ponen las probabilidades de un aumento de la tasa de 50 pb en 75% y 25% para un aumento de 75 pb", destacan desde Oxford.

Consideran que "los datos del IPC de noviembre seguramente serán bien recibidos" por la Fed, aunque "no evitarán que probablemente siga brindando una orientación a futuro bastante agresiva". También destacan que el organismo "está más preocupado por la falta de progreso en la reducción de la inflación de los servicios debido a los costos salariales más altos, que se captura más en el indicador de inflación preferido de la Fed, el índice de precios PCE subyacente".

Danni Hewson, analista financiero de AJ Bell, destaca que "casi se pudo escuchar un suspiro de alivio cuando los datos de inflación de EEUU fueron un poco más fríos de lo esperado", aunque advierte que siguen siendo "incómodamente altos para el consumidor", si bien "van en la dirección correcta".

"Los aumentos de tipos han comenzado a hacer lo que fueron diseñados para hacer y enfriaron la economía, pero es solo el comienzo. Sin embargo, las cifras del IPC han caído como una lluvia suave sobre campos secos y los mercados globales han florecido en consecuencia", ha destacado.

Sin embargo, desde esta firma subrayan que "aunque es probable que la Fed modere el tamaño de su aumento de tasas, no se espera que Powell suene moderado", y consideran que "es probable que reitere que las tasas deberán ser restrictivas por más tiempo".

Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, destaca que el comportamiento del IPC "significa que el trabajo de la Fed está funcionando incluso un poco mejor de lo esperado", por lo que vaticina "que la Reserva Federal como mucho subirá 50 puntos básicos los tipos de interés en su próxima reunión y que luego se tomará una pausa si se siguen confirmando los datos bajistas en la inflación".

EL CAMINO HACIA UN ATERRIZAJE SUAVE

Los analistas de Oxford Economics destacan que "hay un camino hacia un aterrizaje suave" de la economía estadounidense, aunque para conseguirlo, "la Fed necesita reducir significativamente la demanda laboral con un aumento mínimo o nulo de la tasa de desempleo".

"Esto es clave para que la Fed pueda diseñar un aterrizaje suave, pero necesitarán un poco de suerte y nuestro pronóstico asume que no podrán lograrlo", destacan.

Desde Bank of America señalan que "la perspectiva económica no ha cambiado sustancialmente desde la reunión de noviembre", con un mercado laboral que "sigue al rojo vivo, lo que deja a la Reserva Federal con mucho trabajo por hacer". La resistencia del mercado laboral puede provocar el establecimiento de una tasa terminal más alta por parte de la Fed, si bien también esperan una subida de 50 pb en la reunión de este miércoles.

Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments, asegura que "la atención se centrará sobre todo en el grado de ajuste de la Fed y en el tiempo que prevé mantener los tipos en el nivel actual, muy restrictivo". Su pronóstico es un alza de 50 pb en esta reunión, seguida de "dos subidas más de 25 puntos básicos para 2023, lo que situará el tipo de interés oficial entre el 4,75% y el 5%".

"Esperamos que el PIB estadounidense crezca sólo un 0,3% el próximo año, y que se contraiga en el segundo y tercer trimestre. Ante estas perspectivas, la previsión de la Fed de una tasa de desempleo de sólo el 4,4% a finales de 2023 parece demasiado halagüeña: algo por encima del 5% parece más probable. Por lo tanto, para evitar un aterrizaje demasiado duro de la economía, la Fed se verá obligada a recortar los tipos antes de lo previsto actualmente, y proyectamos una reducción de 50 puntos básicos en los últimos meses del próximo año", agrega.

Los analistas de Vontobel consideran que "aunque hay muchas dudas sobre el impacto final de la política de subidas de tipos de la Fed, esperamos que la economía estadounidense siga siendo sólida y que, si se produce una recesión en 2023, sea relativamente leve. En general, creemos que la economía estadounidense debería conseguir crecer ligeramente el año que viene, ayudada por una pausa de la Fed mientras la inflación sigue cayendo".

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