La temporada de huracanes vuelve a dar alas a los precios del petróleo. El esquisto avanza más de un 2% este miércoles después de que uno de estos fenómenos naturales ponga en jaque su suministro en EEUU.
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Más de un 25% de las instalaciones 'offshore' han tenido que echar el cierre este martes debido al huracán Sally que sigue azotando la costa del Golfo en el país.
"Nuestras previsiones actuales pasan porque se dejen de producir y exportar entre 3 y 6 millones de barriles en los 11 próximos días debido a Sally", auguran los expertos de Rystad Energy. Esto ayudaría a reducir las crecientes reservas de esquisto sumándose además al cierre reciente de algunas refinerías.
Pese a este rebote, los productores de petróleo pintan actualmente un panorama realmente pesimista para esta materia prima. Desde la IEA hasta la OPEP, pasando por el coloso petrolero BP, todos ellos temen incluso que la demanda de crudo no vuelva nunca a sus niveles previos a la pandemia.
Sin ir más lejos, las importaciones de petróleo llevadas a cabo por Japón, el cuarto mayor comprador de oro negro en el mundo, han caído más de un 25% interanual en agosto.
