burbujaespeculativa
Burbuja especulativa.

La mayor burbuja de la historia. Así la llaman algunos. Otros no. Otros se refieren a ella como "una verdad incómoda". Una realidad. Justificada. Es el caso de Neil Shearing. Este economista jefe de Capital Economics no ve pompas por ningún sitio. Solo fundamentales económicos que sostienen el rally de los bonos.

"Esto no es una burbuja". Con esta simple afirmación Shearing planta cara al mundo financiero. Desafiante. La rentabilidad de un bono se explica con dos variables: "las expectativas a corto plazo de la política en materia de tipos de los bancos centrales y las previsiones de inflación".

Ambas se retroalimentan. Y ambas "han caído abruptamente en los 30 últimos años". Todo tiene su razón de ser. Hasta el antinatural estado del mercado de bonos. Para Shearing las razones están ahí. Solo hay que verlas. "Cambios demográficos y estructurales sumados a una inflación obstinadamente baja se han unido durante las últimas décadas al envejecimiento de la población del primer mundo".

A esa mistura se suman "la inquietud por invertir en mercados emergentes desde la crisis financiera de 2008 creando el apetito por el ahorro". ¿Se saciará alguna vez o es un pozo sin fondo?

La clave está en los bancos centrales. "Una política monetaria más relajada puede reducirlo y, al mismo tiempo, espolear el deseo por la inversión en renta variable". ¿Ocurrirá pronto? No. "Es algo que no descartamos pero no hay demasiadas pruebas que apunten a que va a pasar dentro de poco", aduce.

AL OTRO LADO, 15 BILLONES DE DEUDA A TIPOS NEGATIVOS

Un 50%. Es lo que ha aumentado la deuda soberana con rentabilidad negativa en los últimos meses. En todo el mundo. Desde el pasado 31 de octubre, este porcentaje se duplica hasta un 200%. Y no parece que vaya a parar.

La bolsa sigue sin convencer. Los inversores huyen de ella. Se muestran reacios y la apartan con un deje de fastidio. Así se explica que los fondos de bonos hayan registrado en julio su mayor número de suscripciones semanales. De toda la historia.

No perder dinero. Esa es la idea. Desde Renta 4 lo reconocían a finales de junio: "No nos haremos de oro con la renta fija, pero no vamos a perder en ningún caso". La defensa numantina es la única estrategia en la pizarra del inversor medio. Así se explica el imparable ascenso en popularidad de los bonos. Pero, ¿hasta cuándo?

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