El Banco Central de Suecia (Riksbank) ha decidido subir los tipos de interés en 50 puntos básicos este jueves hasta situarlos en el 3%, el nivel más alto en 15 años. Lo ha hecho para contrarrestar la elevada inflación, y ha avisado de que es probable que siga con el endurecimiento monetario en los próximos meses.
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"La inflación está demasiado alta y ha seguido subiendo. Para que caiga y se estabilice cerca del objetivo en un tiempo razonable, la dirección ejecutiva ha decidido subir 0,5 puntos su política de tipos hasta el 3%", ha dicho el banco central en un comunicado.
En la nota, el Riksbank ha añadido que "los bancos centrales de todo el mundo han subido rápidamente los tipos para bajar la inflación" y que "hasta el momento, la economía global ha probado ser relativamente resistente a los precios y tipos al alza". Sin embargo, ha remarcado, "este año la actividad económica global se reducirá".
"Se espera que esto, junto con la reciente y acusada bajada de los precios de la energía, contribuya a un claro descenso en la inflación en el futuro", ha comentado el banco sueco, que también ha decidido reducir sus activos a mayor ritmo, vendiendo bonos públicos nominales y efectivos de larga maduración por un valor de 3.000 millones y 500 millones de coronas suecas, respectivamente, al mes, desde abril.
Cabe recordar que el Riksbank elevó los tipos por primera vez en dos años el pasado mes de abril, situando el precio del dinero valores positivos por primera vez desde 2014, y desde entonces ha encadenado varios incrementos consecutivos, al igual que han hecho otros bancos centrales.
Y es que la situación en Suecia no es distinta que la del resto del mundo. Allí la inflación se mantiene en niveles elevados, tanto que el pasado mes de diciembre el dato superó incluso las expectativas del mercado y se situó por encima del 10% debido a los precios de la energía, aunque sin contar estos sigue siendo alta "y al alza", ha apuntado el Riskbank.
RECORTE DE TIPOS EN 2024
Los expertos de Oxford Economics han valorado la decisión, que ha sido unánime y ha seguido el esquema que esperaba el mercado. Habrá "al menos otra subida de tipos en abril, seguida de un largo periodo de mantenimiento de los tipos", destacan desde la firma británica, aunque creen que "la caída de la inflación permitirá al Riksbank empezar a recortar los tipos en 2024".
El banco central ha dejado claro que su único objetivo sigue siendo reducir la inflación, que es elevada y, a diferencia de muchas otras economías avanzadas, siguió subiendo en diciembre. "En un hecho inusual, la debilidad del tipo de cambio, ahora cerca de los mínimos de la era de la crisis financiera, se menciona explícitamente en el comunicado de prensa como una amenaza para la capacidad del Riksbank de volver a su objetivo de inflación del 2% de forma permanente", comentan los analistas de Oxford.
En las previsiones macroeconómicas que acompañan a la decisión, el Riksbank ha elevado su pronóstico sobre la inflación subyacente para todo el año del 5,5% al 5,8%, ya que las presiones subyacentes sobre los precios se están mostrando más firmes. Sin embargo, ha mejorado ligeramente su previsión de crecimiento del PIB para todo el año, hasta el -0,9%, y la ha mantenido sin cambios en el 1% para el próximo año. "Vemos los riesgos en torno a la inflación subyacente sesgados al alza, pero esperamos un mayor repunte del crecimiento en 2024, a medida que la inflación descienda, apoyando los ingresos", comentan en la firma británica de análisis.
