ep andrew bailey gobernador del banco de inglaterra
Andrew Bailey, gobernador del Banco de InglaterraFCA - Archivo

El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha cumplido las previsiones del consenso y ha aumentado su programa de compra de activos en 150.000 millones de libras, hasta 895.000 millones. Los analistas anticipaban una nueva ronda de estímulos de 100.000 millones de libras esterlinas ante la dureza con la que la segunda ola del Covid ha azotado a Reino Unido.

El organismo monetario ha aplicado más estímulos porque ha empeorado sus previsiones económicas, ya que ahora anticipa una caída del PIB británico en 2020 del 11%, frente a su anterior previsión del 9,5%. Y para 2021, anticipa un crecimiento del PIB del 7,2%, frente a su anterior pronóstico del 9%. El supervisor ha hecho públicas sus proyecciónes para Reino Unido en una jornada en que el país encara su sengundo cierre nacional, con restricciones que se prolongarán cuatro semanas.

El banco central dirigido por Andrew Bailey ha mantenido sin cambios las tasas de interés en el 0,1%, pese a que en septiembre reveló que estaba explorando la posibilidad de entrar en el terreno de los tipos negativos, un escenario al que el BoE se encaminará tarde o temprano a juicio de los analistas. Expertos de BNY Mellon apuntan a que el primer recorte llegará en febrero.

En su análisis, el Comité ha tenido en cuenta el rápido aumento en las tasas de infección por Covid y todas las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno hasta el pasado 31 de octubre, lo que ha llevado a la institución a revisar sustancialmente a la baja sus pronósticos para el cuarto trimestre de 2020, cuando espera que el PIB del Reino Unido caerá "en torno a un 2%", lo que supone un recorte de seis puntos porcentuales respecto de sus previsiones de agosto.

En este sentido, el Banco de Inglaterra advierte de que existen indicios de que el gasto de los consumidores se ha suavizado, mientras que las intenciones de inversión se han mantenido débiles como consecuencia de la evolución más reciente de la pandemia, que afectará al gasto a corto plazo en mayor medida que lo proyectado en agosto, provocando una caída del PIB en el cuarto trimestre de 2020.

Asimismo, la entidad espera que el gasto de los hogares y el PIB se recuperen en el primer trimestre de 2021, a medida que se relajen las restricciones, aunque subraya que previsiblemente el nivel de actividad en el primer trimestre de 2021 se mantendrá significativamente más bajo que en el cuarto trimestre de 2019.

"También es probable que el comercio y el PIB del Reino Unido se vean afectados durante un período inicial de ajuste, durante la primera mitad del próximo año, ya que el Reino Unido abandonará el mercado único y la unión aduanera el 1 de enero y se supone que pasará inmediatamente a un acuerdo de libre comercio. con la Unión Europea", añade.

"El Comité continuará monitoreando la situación de cerca. Si las perspectivas de inflación se debilitan, está listo para tomar cualquier acción adicional que sea necesaria para lograr su cometido", ha subrayado la entidad, aclarando que no tiene la intención de endurecer su política monetaria "al menos hasta que haya evidencia clara de que se está logrando un progreso significativo en la eliminación de la capacidad excedente y el logro de la meta de inflación del 2% de manera sostenible".

La libra, que había cotizado con caídas frente al euro y al dólar en las horas precedentes al anuncio del banco central, ha iniciado un modesto rally de alivio, como respuesta a que los tipos se hayan dejado sin cambios. Ha subido un 0,3%, or encima de 1,30 dólares.

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