aluminium

La subida del aluminio parece meteórica. Desde mediados de diciembre los precios han avanzado casi un 25%, y la materia prima ya ha superado los 3.200 dólares por tonelada, acercándose así a los niveles alcanzados en 2008. Va camino de marcar un nuevo récord, pero sin embargo algunos analistas son bastante cautos y aconsejan no comprar.

Es el caso de Julius Baer, que ha analizado el repunte que está viviendo el aluminio y que explica que, en su opinión, lo mejor que pueden hacer los inversores es mantenerse al margen. "Nos abstenemos de perseguir el actual repunte", dicen los estrategas del banco suizo, que relatan cuáles son sus razones para dar tal recomendación.

Como dicen, hay varios motivos de "preocupación" sobre las causas que están propiciando la subida del aluminio, "mientras que la mayoría de los metales industriales siguen por debajo de los máximos alcanzados el año pasado". Julius Baer afirma que el motor de este repunte son "las múltiples fuentes de temor a la oferta, que alimentan un estado de ánimo extremadamente alcista en el mercado".

"Sin cambios respecto al año pasado, el mercado sigue preocupado por los recortes de capacidad en China impulsados por el medio ambiente. Aunque la producción china ha disminuido en los últimos meses, tanto los inventarios del país como las exportaciones han aumentado últimamente, lo que indica que no hay escasez de metal", dicen los expertos del banco.

También preocupa el "elevado precio de la energía en Europa, que ha llevado a algunos productores a anunciar reducciones de capacidad". Eso sin olvidar, dice Julius Baer, que el Viejo Continente "es un importante destino de las exportaciones de aluminio ruso y, a la luz de las crecientes tensiones en torno a Ucrania, el mercado del aluminio parece reflejar un creciente riesgo de sanciones".

En 2018 hubo sanciones, lo que propició "estragos" en el mercado de aluminio interconectado a nivel mundial, y ahora podría volver a repetirse esta situación ya que "no solo detendrían el flujo de metal refinado procedente de Rusia, sino también el flujo de materias primas, como la bauxita o la alúmina, hacia las fundiciones y refinerías", como por ejemplo de Irlanda o Jamaica, que son propiedad del mayor productor de aluminio de Rusia y que "quedarían fuera del mercado en caso de sanciones".

Julius Baer cree que ante la reducción del colchón de suministro en el mercado del aluminio, las sanciones darían lugar a precios de aluminio mucho más altos y también a "nuevas interrupciones de la cadena de suministro que repercutirían mucho más allá del mercado del aluminio".

El banco suizo cree que este es un "acontecimiento muy binario para el mercado", pero apunta también que "ya está reflejando en parte los riesgos relacionados, a juzgar por el reciente comportamiento de los precios". Por eso, y dado que la tensión sobre Rusia y Ucrania parece lejos de resolverse, al menos en el corto plazo, su consejo es no "perseguir el actual repunte".

contador