Los analistas de Danske Bank manejan una lista de 10 indicadores económicos que están anticipando una desaceleración del ciclo de fabricación global en los próximos meses.
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Para los expertos del banco danés, la actividad manufacturera mundial “probablemente ha alcanzado su punto máximo”, como indica la caída en los precios de las materias primas y los últimos datos de PMI chinos, más débiles de lo esperado.
Entre los indicadores que analiza Danske Bank, figuran la evolución del precio de los metales preciosos, el diferencial de rentabilidad de los bonos de alto rendimiento en EEUU, el índice que mide la evolución de las condiciones financieras también en EEUU, la evolución del crédito en China, el momento de las exportaciones manufactureras en Asia, la evolución del PMI manufacturero asiático frente al PMI manufacturero global, la evolución de los inventarios a nivel global, el ratio de momentum entre los inventarios y las ventas de manufacturas en EEUU, el índice macroeconómico global y el cambio en el PMI global frente al PMI manufacturero mundial.
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“Como el mes pasado, todos indican que se está produciendo un pico en el impulso del ciclo de manufacturas y algunos de ellos sugieren que el PMI podría caer bastante abruptamente en algún momento durante los próximos 3 meses”, advierten estos expertos.
LOS MERCADOS DESCUENTAN UNA DESACELERACIÓN
Los mercados ya están descontando una desaceleración de la actividad manufacturera mundial, debido a la pérdida de impulso tras la reapertura de la economía y, por otra parte, a las restricciones que están imponiendo muchos países de la región Asia-Pacífico para contener la renovada expansión del Covid-19, debido al avance de la variante Delta.
Además, los problemas de suministro en las cadenas globales de producción, en especial en sectores como el de los semiconductores, están afectando a los fabricantes de automóviles y también a otras compañías industriales, que se han visto obligadas en muchos casos a parar temporalmente su producción.
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El cambio de sentimiento de la semana pasada en los mercados se debió a “la creciente preocupación por la desaceleración de la economía mundial, así como por el temor a un aumento de las tasas de infección y la durabilidad de las vacunas” contra el Covid-19, explica Michael Hewson, analista de CMC Markets.
“Los datos chinos y una fuerte caída en la confianza del consumidor de EEUU han alimentado las preocupaciones de que el crecimiento global decepcionará, y de que la propagación de la variante delta del Covid creará nuevos vientos en contra para la economía global de cara al otoño e invierno”, comentan desde Danske Bank.
“La producción industrial y las ventas minoristas chinas volvieron a decepcionar en julio, lo que se suma a los riesgos a la baja para la segunda economía más grande del mundo”, añaden.
En este escenario de cierta desaceleración del crecimiento, junto a una nueva extensión de la variante Delta del Covid, está por ver cuál será el posicionamiento que adoptarán los bancos centrales, en un momento especialmente complicado para sus políticas acomodaticias, debido al actual repunte de la inflación.
Así, el simposio económico que se celebra este viernes en Jackson Hole puede ofrecer pistas interesantes a los inversores para tomar decisiones de inversión, si finalmente se confirma la previsión de Danske Bank y se produce una caída abrupta de la actividad. Algo que los mercados no han descontado.