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Antonio Costa

Más de 10,8 millones de portugueses están convocados para ir a las urnas este domingo y decidir si renuevan su confianza al favorito en las encuestas, el primer ministro António Costa. El principal escollo será si el socialista logrará gobernar en solitario o tendrá que buscar apoyos para mantener la estabilidad. Los buenos datos macro y sobrevivir a los duros recortes impuestos por la Troika juegan a favor de Costa.

El candidato del Partido Socialista ha liderado durante cuatro años la 'gerigonça', como se conoce popularmente a la alianza inédita de izquierdas con el Bloque de Izquierda y los comunistas, que vencieron sus diferencias para alejar a la derecha del poder y que se limitó a un apoyo parlamentario en 2015.

Pero esta fórmula parece abocada al fracaso esta vez y el primer ministro aspira a alcanzar una mayoría absoluta que no le haga depender de sus hasta ahora socios de gobierno. De este modo, necesita al menos 116 diputados de los 230 que componen la Asamblea de la República.

Según los sondeos, al Partido Socialista va dirigido un 38% de los votos, lo que le permitiría a Costa alcanzar su primera victoria en unas legislativas pero sería insuficiente para gobernar en solitario. Habrá que esperar al escrutinio total de los votos para determinar cuáles serán sus posibles socios, aunque los analistas locales ya barajan la opción del PAN (Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza), al que las encuestas pronostican una importante subida tras su ascenso en las últimas elecciones europeas.

PAN ha ganado adeptos para llevar a cabo medidas como la prohibición del uso de animales salvajes en el circo o la aprobación de multas por arrojar colillas en la vía pública. Su líder, André Silva, tiene la puerta abierta a negociar siempre que apoyen sus propuestas a favor de los animales y el medio ambiente.

EL CENTRO-DERECHA AL FILO DEL BATACAZO

Los portugueses deberán elegir entre el amplio abanico que ofrece el panorama político luso. El partido que aspira a discutir el gobierno del PS es el Partido Social Demócrata que lidera Rui Río, y está más centrado en evitar el 'batacazo' que le auguran las encuestas.

El Bloque de Izquierda, que lidera Catarina Martins, aspira a evitar que Costa consiga la mayoría absoluta para que su formación mantenga el poder de decisión del que ha gozado en esta legislatura, dejando la puerta abierta a acuerdos, pero con condiciones.

El mismo objetivo tiene Jerónimo de Sousa, líder de la CDU, la coalición que une al Partido Comunista Portugués y Los Verdes que, como en el caso del Bloque, dio su apoyo parlamentario para que Costa gobernase.

ESPAÑA, EJEMPLO NEGATIVO PARA LOS LUSOS

Mientras que el PSOE ha apelado en varias ocasiones a la "vía portuguesa", para referirse al gran pacto de izquierdas dejando a un lado los intereses propios para alcanzar grandes acuerdos, para los lusos el vecino español es un mal ejemplo... cuatro citas electorales en cuatro años.

Algunos analistas locales, contrarios al eje socialista, han advertido estos meses del peligro que supondría confiarle el poder otros cuatro años al bloque de izquierdas y lo ejemplifican con el caso español. De este modo, España y su Gobierno socialista se ha convertido en un ejemplo negativo para los portugueses.

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