• El proceso de elección de las nuevas sedes constará de cuatro fases
  • Cada país podrá presentar una única oferta para acoger una de las dos sedes en disputa
  • La discusión para decidir el proceso duró apenas 4 minutos
  • España se ha ofrecido a acoger la EMA en la torre Agbar de Barcelona
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Los veintisiete países que formarán la Unión Europea (UE) tras el Brexit han acordado el proceso, que se dividirá en cuatro fases, para elegir las nueves sedes la Agencia del Medicamento y la Autoridad Bancaria Europea que actualmente están ubicadas en Londres y deberán abandonar la capital británica.

Así lo anunció este jueves vía Twitter el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras acabar la reunión mantenida por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, salvo Reino Unido, en el marco de la cumbre que tiene lugar este jueves y viernes en Bruselas. "Acordado. La UE a 27 decidirá por votación en noviembre sobre la reubicación de las agencias de la UE actualmente en Reino Unido", publicó.

CUATRO ETAPAS

De esta forma, en la primera de las etapas para tomar la decisión final, los Estados miembros deberán presentar sus candidaturas para acoger una o ambas agencias antes del 31 de julio, según explica la agencia EFE. Posteriormente, ya en la segunda fase, la Comisión Europea se encargará de evaluar las propuestas en base a los criterios de decisión acordados por los países. Este análisis deberá estar listo antes del 31 de septiembre. Eso sí, el Ejecutivo comunitario no hará un ránking ni una selección de las candidatas que considere mejores.

En la penúltima etapa, que durará hasta el 31 de octubre, los países mantendrán una "discusión política" sobre la base de la evaluación del Ejecutivo comunitario. Y, finalmente, los ministros decidirán por votación la sede para ambas agencias en noviembre.

La votación final para la elección de las sedes de la EMEA y la EBA será secreta y cada uno de los Veintisite tendrá el mismo número de puntos

Los encargados de hacer la votación serán los ministros de Asuntos Generales. Esta votación se hará en un máximo de tres rondas y seguirá el esquema que ya se utilizó en 2013 para reubicar la sede de CEPOL, agencia de la UE para la formación policial, que se trasladó de Londres a Budapest: será secreta y cada uno de los veintisiete votantes tendrá el mismo número de puntos. De esta forma, podrán distribuir cada uno 3, 2 y 1 puntos a las candidatas según su orden de preferencia. Si alguna de ellas consigue 3 puntos de más de la mitad de los países (14), se considerará que ha sido elegida, mientras que si no es así pasarán a la siguiente ronda las tres candidatas con mayor número de votos. Y, si hay segunda ronda, cada país tendrá un punto, de forma que si alguna consigue 14 será la elegida, mientras que si no es así las dos con mayor puntuación pasarán a la ronda final.

En primer lugar se decidirá la nueva sede de la Agencia del Medicamento (EMEA), de modo que el país que se haga con ella deberá renunciar a acoger la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

UNA OFERTA POR AGENCIA

Según lo pactado, cada país podrá presentar una única oferta por agencia, y deberá defender su candidatura demostrando cómo se ajusta a los criterios para la elección y concretar qué edificios ofrecen para la sede y bajo qué condiciones financieras.

Los criterios que la Comisión Europea tendrá en cuenta en su evaluación serán la accesibilidad de la ubicación, la existencia de instalaciones educativas adecuadas para los hijos de los trabajadores y el apropiado acceso al mercado laboral, seguridad social y asistencia médica para sus hijos y cónyuges.

Asimismo, se valorarán las garantías de que la agencias pueden estar en funcionamiento el día de la salida de Reino unido, así como que se dé continuidad al negocio y la "expansión geográfica" de las mismas. La discusión para decidir el proceso duró apenas 4 minutos, según comentó el portavoz de Tusk.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) cuenta con 890 trabajadores en plantilla pero recibe cada año visitas de unos 35.000 expertos de la industria, según datos de la UE, mientras que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) tiene 159 empleados.

España apuesta por conseguir la EMA, concretamente para ubicarla en la torre Agbar de Barcelona, por lo que no ha presentado ninguna oferta para acoger la EBA.

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