- El seísmo ha magnificado la falta de transparencia y la influencia del sistema de castas
- Tras las primeras labores, la incógnita es si el país podrá afrontar la reconstrucción
El terremoto que sacudió Nepal el pasado sábado ha provocado daños que tardarán años en repararse. El último balance oficial de víctimas ha dejado más de 5.000 muertos y casi 11.000 heridos, a los que se suman en torno a medio millón de desplazados. En estos momentos, la prioridad es atender las necesidades más básicas, pero esta ayuda no está llegando a todos los que la necesitan por la corrupción y el sistema de castas del país.
Victoria Subirana, presidenta de Fundación EduQual, advierte en declaraciones a Bolsamanía de que la situación ha empeorado respecto a la situación previa, en la que “ya había escasez”. “Hay falta de alimentos, cuesta mucho encontrar los cuerpos porque no tienen medios y los medios que han llegado no son suficientes”. La principal preocupación según Subirana, que lleva 25 años en Nepal poniendo en marcha proyectos educativos para niños en situación de riesgo, es “cómo van a reconstruir el país tras la catástrofe”.
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En estos momentos, cuenta, las acciones de ayuda van en dos direcciones: por un lado, cubrir las necesidades de refugio, atención sanitaria y alimento y por otro, evitar saqueos y proteger el patrimonio cultural, ya que los ingresos que recibe Nepal por el turismo son muy importantes para su economía.
"Ahora la corrupción en las ayudas de las ONG se va a multiplicar por mil"
“La ayuda no está llegando bien, ya antes no llegaba”, señala la cooperante, que alerta a las organizaciones que estén trabajando en Nepal “a que tengan un ojo puesto en la equidad y la transparencia”. En este sentido, Subirana advierte de corrupción en el reparto de la ayuda humanitaria.
“Hay grupos que están intentando monopolizar la ayuda. Esto ya existía antes del terremoto, pero ahora la corrupción en las ayudas de las ONG se va a multiplicar por mil”, lamenta. Así, subraya que la prioridad es que “la ayuda vaya a los pobres y se pueda reconstruir el patrimonio histórico y cultural”.
ASISTENCIA EN LOS PRIMEROS DÍAS
Una de las prioridades en estos momentos es conseguir refugio para los desplazados. Tras el terremoto, cuenta esta pedagoga, “mucha gente se ha quedado en la calle por miedo a las réplicas”. “La situación en estos momentos es de desesperación e incertidumbre”, cuenta. “La incógnita es qué van a hacer mañana: no tienen recursos humanos, ni económicos ni capacidad de funcionar ellos solos”, señala Subirana, que pide “que no los dejen aislados” cuando hayan pasado las primeras labores de asistencia.
Tras los daños del terremoto han llegado las lluvias, que empeoran la emergencia sanitaria y dificultan aún más los trabajos que se están llevando a cabo en la zona. Tampoco ha habido electricidad durante los primeros días porque la catástrofe afectó a uno de los proveedores. El lunes fue el primer día que algunos usuarios, “los más ricos” según Subirana, pudieron tener luz, pero anteriormente ya sólo tenían tres o cuatro horas diarias de electricidad.
"La incógnita es qué van a hacer mañana: no tienen recursos humanos, ni económicos"
El proyecto de EduQual podrá seguir adelante sin problemas, ya que no se han visto dañados directamente por el terremoto. “Hemos tenido la suerte de que no nos ha afectado”, comenta. Tampoco han tenido que evacuar a nadie, ya que “en esta época del año no hay voluntarios trabajando en el proyecto, son todos locales”. Subirana regresará en cuanto abran el aeropuerto para coordinar la ayuda que la fundación pondrá en marcha.
Sin embargo, recuerda que algunos estudiantes aún están buscando a sus padres y la fundación no ha podido contactar aún con los exestudiantes que viven en las chabolas para saber en qué estado se encuentran por falta de medios. “No podemos localizar estudiantes y familias. Las carreteras tienen grietas y no pueden desplazarse”.
Tras el terremoto, la fundación que preside Subirana extenderá su proyecto de educación a niños que hayan quedado huérfano o cuyas familias hayan quedado muy afectadas por el terremoto. “No nos quedemos ahí, en la ayuda inmediata, tenemos que hacer que la reconstrucción les dé algo que no tenían antes”, pide.
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