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Aunque las hipotecas inversas son un producto enmarcado dentro del ahorro en la jubilación que se comercializa en España, aún representan una parte mínima en el mercado debido principalmente al desconocimiento de los ciudadanos y a la poca oferta disponible. Sin embargo, la creciente preocupación por las pensiones futuras unida a la crisis económica que está generando la crisis por la pandemia del Covid-19 pueden representar una oportunidad para que por fin puedan despegar en nuestro país.

Desde el punto de vista socioeconómico, España ofrece una característica que la hace singular: alrededor del 90% de los mayores de 65 años es propietario de su vivienda habitual. A esto se le une que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cerca del 70% de ellos cuenta con su pensión como única fuente de ingresos y alrededor del 45% tiene dificultades para llegar a fin de mes.

Si a ello añadimos que más de cuatro de cada diez personas mayores ayudan o han ayudado económicamente a algún hijo, familiar o amigo en los últimos dos años, el resultado es un elevado porcentaje de mayores de 65 años cuya situación económica no es la deseada. Visto así, nuestro país parece tener el escenario perfecto para que un producto como este encuentre su hueco. "Tenemos la oportunidad de liderar el mercado de hipotecas inversas en Europa", asegurando desde Óptima Mayores, aludiendo a la "función social que entidades bancarias y aseguradoras pueden y deben desempeñar en esta materia, sobre todo teniendo en cuenta que los mayores y dependientes españoles no tienen hoy en día otra vía posible de obtener financiación bancaria distinta a la hipoteca inversa en nuestro país".

La pandemia ocasionada por el Covid-19 está obligando a todos a plantearnos el futuro desde una perspectiva diferente, opina la decana de los registradores de España, María Emilia Adán, que cree que la hipoteca inversa supone la posibilidad de usar la vivienda como respaldo a la obtención de un capital o una renta, mediante la utilización de una garantía real de constitución registral. "Sin embargo, su utilización actual por los propietarios es muy escasa. Aunque la tendencia es creciente, sigue siendo marginal comparada con la cifra total de préstamos con garantía hipotecaria que se contratan anualmente", opina.

Considera que es "indudable" que se trata de "instrumentos complejos. Por ello, para que esta hipoteca sea vista con confianza como un apoyo para la vejez "debe extremarse el cumplimiento de los requisitos de transparencia material, debido a la especial naturaleza del prestatario en estos tipos de hipoteca, así como a la función social llamada a cumplir, procede extremar la vigilancia para que las consecuencias jurídicas y económicas de la contratación queden meridianamente claras para el contratante", expresa Adán. "A mayor transparencia, mayor confianza y mayores posibilidades de que sea utilizada en un futuro próximo si las condiciones financieras la hacen atractiva", concluye.

El préstamo garantizado con hipoteca inversa es, por así decirlo, un mecanismo moderno de financiación en defensa de lo que ahora se conoce como clases más vulnerables, no los pobres, los ancianos", afirma el notario experto en hipotecas inversas Celso Méndez Nuñez.

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