ep mangueras de una maquina expendedora de carburante en una gasolinera de madrid
Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo

La escalada de tensiones en el conflicto entre EEUU e Irán tuvo su impacto en la cotización del petróleo, haciendo que llegara a cotizar por encima incluso de los 70 dólares, y esto se trasladó inmediatamente al precio de los combustibles, que escaló hasta tocar máximos de los últimos seis meses. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo después de que el barril de crudo corrigiera, ya que las gasolinas mantienen su precio al alza.

A mediados de semana, coincidiendo con el punto álgido de los sucesos en Oriente Medio, el barril de petróleo vivió una auténtica espiral alcista, encareciéndose más de un 2% para, horas después, retroceder hasta dejarse más de un 1,5%, tanto en el caso del barril de referencia en Europa, el Brent, como el West Texas americano, que cotizan en la zona de los 65 y 59 dólares, respectivamente.

Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), el precio medio del litro de gasóleo se ha incrementado más de un 2% desde el pasado 16 de diciembre, última fecha en que la UE facilitó datos de los carburantes antes de las fiestas navideñas, hasta situarse en los 1,247 euros en esta segunda semana de enero.

Con el punto álgido de la tensión en Oriente Medio, el crudo vivió una auténtica espiral alcista

Así, el precio del litro de gasóleo se sitúa en su nivel más alto desde la primera quincena de junio, después de que hubiera despedido 2019 instalado en el entorno de los 1,2 euros el litro. Mientras, el precio del litro de gasolina también ha repuntado con fuerza al subir un 1,3% desde los últimos datos de diciembre, para remontar hasta los 1,32 euros, su nivel más alto desde finales de septiembre. En ambos casos, la marcha atrás en el rally del crudo no ha tenido su reflejo en la calle ni en el bolsillo de los consumidores.

Una diferencia que se nota más aún si se compara con enero del año pasado, cuando el precio de los combustibles anotó mínimos. Esto supone que llenar un depósito de gasolina cuesta aproximadamente 8 euros más de media que en el mismo mes de 2019, mientras que el incremento en el caso del que el vehículo sea diésel es de casi 4 euros.

Pese a esto, la gasolina sigue estando más barata en España que en la media de la eurozona y la UE. Algo debido a que, en general, España sigue contando con una menor presión fiscal que la media comunitaria.

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