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Si en 2020 los bancos se han lanzado abiertamente a aplicar comisiones o a subir las que ya cobraban, en 2021 el escenario pinta similar. BBVA, CaixaBank o Santander son algunas de las entidades que en los últimos meses del año anunciaron sus nuevas políticas que pueden salir bastante caras a determinados clientes, especialmente aquellos que no cumplan con las mayores exigencias y requisitos impuestos.

CAIXABANK

La entidad fue la primera en lanzarse a la piscina anunciando que desde octubre sus clientes con menor vinculación tendrían que hacer frente a un coste de hasta 240 euros al año, 60 euros al trimestre, por el mantenimiento de sus cuentas corrientes.

El cliente que tenga domiciliados unos ingresos mensuales superiores a los 600 euros, una pensión de más de 300 euros o mantengan una posición de más de 20.000 euros en fondos de inversión, carteras de fondos, estructurados, carteras gestionadas, seguros de ahorro y planes de pensiones individuales tiene que pagar 15 euros al trimestre, es decir, 60 euros al año, por el mantenimiento de todas las cuentas con titulares idénticos.

Eso sí, si además de cumplir con alguna de estas condiciones se domicilian tres recibos o se hacen tres compras con tarjeta al trimestre, la comisión se reduce a 0 euros, con lo que no hay que pagar nada por la cuenta. Igual que tampoco tiene ningún coste su nueva tarjeta de débito Visa&Pay. Con ella, las operaciones se cargan en la cuenta asociada dos días después de hacerlas en lugar de al momento o permite aplazar el pago de las compras en cuotas mensuales, con intereses. Quienes prefieran mantener su tarjeta de débito actual, abonan 36 euros al año no bonificables.

SANTANDER

En 2020, Santander decía definitivamente adiós a su buque insignia: la cuenta 123. Desde principios de noviembre, el banco ponía en marcha Santander One, su nuevo producto unificado. Una de las características de la nueva cuenta es la de tener que acatar mayor vinculación con el banco. Los clientes que cumplan con estas nuevas condiciones se salvan de pagar comisiones por los servicios más básicos y esenciales.

Además de exigir tener domiciliada una nómina o pensión y tres recibos, hay que disponer de algún producto de financiación, ahorro o protección tales como un préstamo, hipoteca o renting, un plan de pensiones o fondo de inversión por un valor mínimo de 5.000 euros, o un seguros con primas de a partir de 10 euros. Así, los clientes que no cumplan con estos requisitos tienen que hacer frente a unas comisiones de 20 euros mensuales o 240 euros al año. Por contra, aquellos que cumplan únicamente con alguna de las condiciones, pagar la mitad: 10 euros al mes o 120 euros anuales.

BBVA

Mediados de diciembre fue la fecha elegida por BBVA para comenzar a aplicar su nueva política de comisiones, por la que obliga a sus usuarios a utilizar más la tarjeta de crédito o cumplir nuevos requisitos si no quieren hacer frente al pago de una comisión que llega hasta los 100 euros al año.

Para los clientes mayores de 29 años, el importe mínimo de la nómina o ingresos domiciliados sube de los 600 euros que exigía actualmente a los 800 euros mensuales. También sirve una pensión o prestación por desempleo de 300 euros. Además, las tarjetas de débito dejan de computar y se exige realizar al menos siete movimientos con la tarjeta de crédito o tener al menos cinco recibos domiciliados cada cuatro meses. En el caso de optar por cambiar la tarjeta de débito por la de crédito, hay que señalar que BBVA no cobrará intereses por pagar las compras a final de mes.

Mientras, los clientes con edades comprendidas entre los 21 y 25 años, tienen que disponer de una tarjeta de débito o crédito contratada, así como un contrato multicanal con teléfono móvil y correo electrónico para introducirlos desde la web o la aplicación del banco. Aquellos de entre 26 y 29 años, además de estas mismas condiciones, también tienen que realizar un mínimo de siete compras en cuatro meses con tarjeta de crédito para no pagar comisiones. Eso sí, los que estén en posesión de una Cuenta Joven o sean menores de 21 años están exentos de cualquier pago.

BBVA también cambia la tarifa que aplica a las transferencias llevadas a cabo desde alguna de sus oficinas. A partir de ahora es del 0,4%, con una comisión mínima de 6 euros, para aquellas que se abonen al día siguiente. Si la transferencia es urgente, el cargo es del 0,5%, con un mínimo de 15 euros. Las transferencias realizadas desde la web del banco, la aplicación, o sus cajeros siguen siendo gratuitas en el caso de las de abono al día siguiente y continuarán teniendo un coste de 1,25 euros las inmediatas.

Pero no solo eso, desde el 1 de enero de 2021 cobra una comisión de 2 euros por retiradas de efectivo en ventanilla por un importe inferior o igual a 2.000 euros. En este caso, el importe será fijo y se cargará en la cuenta desde la que se realice la disposición, mientras que no cobrará nada en el caso de que el cliente saque más de 2.000 euros.

SABADELL

Sabadell es otra de las entidades con unas condiciones más exigentes para eliminar comisiones por la operativa básica o por el mantenimiento de las tarjetas, ya que si se incumplen las condiciones, el titular podría llegar a pagar 200 euros anuales en concepto de comisión de mantenimiento de la cuenta, 30 euros por la tarjeta de débito y 47 por la de crédito

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