El primer ministro británico, Boris Johnson, no ha esperado a que el candidato demócrata, Joe Biden, y ganador, por ahora, de las elecciones de EEUU, se siente el el despacho oval para iniciar las fricciones con la nueva administración. No son pocos los analistas que auguran tensiones entre Londres y Washington a causa del Brexit, una vez Biden asuma el cargo y Johnson quiere dejar claro su posicionamiento desde el minuto cero.
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Uno de los primeros puntos en que las relaciones entre ambos ya han encallado es la Ley de Mercado Interno que Johnson ha declarado que piensa mantener pese a la derrota en la Cámara de los Lores. La legislación está destinada a anular el acuerdo del Brexit sobre Irlanda del Norte, lo que hace peligrar los acuerdos del Viernes Santo, a juicio de Biden.
Pese a la simbólica derrota en su intento por dejar abierta una posible enmienda del Acuerdo de Retirada que pactó en su día con la Unión Europea, el 'premier' ha declarado que volverá a introducir enmiendas en la Cámara de los Comunes. Por 433 votos a 165 y 407 a 148, los lores han votado a favor de retirar las partes que por ejemplo permitirían a Londres reescribir el Acuerdo de Retirada de forma unilateral, sin el consenso con el bloque europeo. Bruselas ya ha expresado en reiteradas ocasiones su malestar con esta vía que ha planteado Johnson.
La Ley de Mercado Interno permitiría a Johnson evitar a toda costa que a partir del 1 de enero pueda haber trabas entre Irlanda del Norte y el resto de territorios británicos para evitar a su vez una 'frontera dura' entre el Úlster e Irlanda.
"Volveremos a introducir las cláusulas cuando la ley vuelva a los Comunes", ha aclarado un portavoz del Ejecutivo, que ha insistido en la tesis de que se trata de una "red de seguridad legal" para "proteger la integridad del mercado interno de Reino Unido y los enormes logros del proceso de paz en Irlanda del Norte", según la BBC.
