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En enero, al comenzar un año nuevo, es común escribir y fijar objetivos con el propósito de ir cumpliéndolos durante los próximos doce meses. La realidad es que en la mayoría de los casos quedan en un intento y son pospuestos para el enero siguiente. A veces por falta de tiempo, en muchos otros por falta de compromiso y, en ocasiones, de planificación. Ahí es cuando surgen dudas, tales como cuál sería la manera de elaborarlos de forma correcta y que no sean solo una intención año tras año, por qué son necesarios, si se puede prescindir de ellos en alguna etapa de la vida o incluso en qué momento se convierten en fundamentales. Lo ideal es que sean fáciles y de rápido cumplimiento, para evitar procastinar los propósitos de año nuevo.

¿Por qué necesitamos este ritual que implica tener objetivos? Para empezar, es importante aclarar que no solo basta con escribir en un papel los objetivos a cumplir sino plantear también el esfuerzo que va a suponer y cómo ponerlos en marcha. Puede ayudar significativamente fijar fechas que empujen a realizarlos, según Jennifer Arfeli, de Mundopsicológos.com.

Arfeli los considera fundamentales porque contribuyen al crecimiento personal de cada uno: "Nos permiten medir, supervisar, conocer nuestros progresos, y saber, en qué necesitamos mejorar, y por lo contrario qué se nos da bien y debemos potenciar".

No todo el mundo decide tenerlos, hay quienes no se proponen al empezar el año ahorrar o gastar menos, organizar un viaje o hacer deporte tres días a la semana. Arfeli menciona a aquellos que prefieren dejarse llevar y no preocuparse por el futuro tanto como por vivir el día a día con intensidad. Sin embargo, afirma que por pequeños o escasos que sean, también "son necesarios para dejarse fluir".

Explica que desde niños son fundamentales, incluso cuando se están dando los primeros pasos se fija el objetivo de llegar de los brazos de un adulto a los de otro. Lo que ocurre a medida que uno se hace mayor es que cambian en la tipología y la forma de plantearlos. "En la adolescencia, comenzamos a tener sueños y propósitos más tangibles, por lo que nuestros objetivos pasan a ser también algo más elaborados", añade. Señala, además, que es un período en el que suelen ser menos personales. Al contrario de lo que ocurre en la juventud, donde aparecen los conocidos como 'objetivos de vida'.

Menciona que a la hora de elaborarlos es fundamental que sean realistas porque de existir una gran dificultad para llevarlos a cabo o en el caso de depender de elementos externos, se puede generar una sensación de fracaso personal por no alcanzarlos que puede ocasionar "una bajada de autoestima que dificulte la toma de decisiones".

La experta fija que "el primer paso, es dividir la meta propuesta en objetivos concretos y específicos". Se les denomina objetivos 'SMART' (específicos, medibles, alcanzables, realistas y dependientes de ti).

Para poner todas estas pautas, respuestas y consejos en práctica, Hotmart, ofrece una lista con 7 que desde hoy mismo se pueden empezar a cumplir:

1. Aprender algo nuevo. Es importante que no sea una información o curiosidad y que ese aprendizaje conlleve una constancia. Puede ser una nueva habilidad: Desde la cocina hasta la pintura o el yoga.

2. Abrir un negocio propio. No todo el mundo puede tener un objetivo emprendedor pero proponerse esta meta antes de que finalice el año puede desarrollar el sentido de la responsabilidad, hacer que uno crezca como persona y conseguir independencia. No es un camino fácil pero dar el primer paso ya es un buen comienzo.

3. Enseñar algo que se sabe hacer. Enseñar es a veces tan bueno como aprender y puede ser algo realmente gratificante. Transmitir conocimientos técnicos y habilidades para ayudar a los demás con esa capacidad propia que a veces no se le saca partido.

4. Empezar una nueva modalidad de educación. Cursos técnicos o a través de un nuevo título de grado, postgrado o máster. Absorber nuevos conocimientos es siempre una buena inversión de tiempo y dinero, que puede ayudar a nivel profesional y ser muy gratificante en términos de crecimiento personal.

5. Viajar al destino soñado. Haber soñado siempre con ir a un lugar es un motivo suficiente para que se fije como objetivo en este 2022.

6. Cuidar más la salud mental y física. A veces el foco de atención está en cosas que realmente no la necesitan y que conllevan olvidarse de sí mismo o no darse el tiempo suficiente. Los objetivos que se pueden fijar pueden ser tener más prácticas de autocuidado, como ejercicios físicos, relajación y terapias de confort.

7. Aprender un nuevo idioma. Aprender un segundo idioma es algo muy útil para el mercado laboral y para la vida personal, como para facilitar ese viaje soñado. La búsqueda de nuevos idiomas ahora está al alcance de todos gracias a los cursos online, de corta duración. La salida perfecta que ayuda a desarrollarse rápidamente.

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