• Las asociaciones más moderadas se desligan del acto del coche volcado en Barcelona
  • Uber sigue viviendo momentos convulsos
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Uber vive momentos complicados a nivel interno. Pero eso no quita que los taxistas sigan temiendo que el gigante de transporte privado siga creciendo. Esto ha generado una guerra interna entre las asociaciones de taxis, provocando que la VTC sea el mejor Caballo de Troya.

Hace escasos días, Uber daba un paso más para volviera a destapar la caja de pandora contra los taxis. La empresa de transporte privado es, a todos los efectos, un grupo de presión en España. Su premisa es clara. “Queremos aplicar tecnología para que el transporte sea tan fiable como el agua corriente- en cualquier lugar y para todo el mundo mostrando siempre predisposición a promover el uso de la tecnología y la competencia en el transporte urbano como los mejores mecanismos para defender los intereses del consumidor”, reza el comunicado.

Uber ha decidido denunciar los actos violentos que han sufrido los trabajadores últimamente

Esta decisión viene tomada después de que la semana pasada, a mitad de marzo, un grupo de personas (previsiblemente taxistas tradicionales) volcaron un coche en la ciudad de Barcelona. Mientras se libraba una huelga de 24 horas en las calles de la urbe catalana, algunos de los trabajadores del gremio decidieron tomarse la justicia por su mano.

Durante mucho tiempo, Uber ha campado a sus anchas debido a la legislación que existe en España y en otros países europeos, donde la economía colaborativa no tiene trabas. La tecnología corre, la economía anda y la legislación está sentada. Una fórmula compleja para el sector del consumo colaborativo, que ha generado en los últimos tiempos un elevado número de sanciones por parte de la administración hacia este tipo de empresas. El objetivo de este tipo de práctica es claro: el ahorro, en el caso del demandante, y la rentabilidad de un bien o servicio, por parte del usuario oferente.

Todo ello sigue desenvolviéndose pues, en un clima de lo más crispado. En las últimas semanas, taxistas y las empresas privadas con conductor han vivido situaciones límites. Las asociaciones de estas últimas, han dicho basta y han presentado un comunicado para reivindicar sus derechos. Han formulado las causas por las que no deben acogerse a la legislación del taxi. Explican que las VTC no propician la captación de clientes en la vía pública y que por tanto no incumplen de forma alguna el artículo del Real Decreto 1057/2015, de 20 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. Desde UNAUTO VTC cuentan que han sido acusados por "ciertos grupos" de disfrutar de una regulación laxa o inexistente.

UBER ABRE LA BRECHA ENTRE LOS TAXISTAS

Uber, que no está atravesando sus mejores momentos, sigue siendo un monstruo demasiado poderoso. Y a pesar de que los taxistas están en pie de guerra contra este poderoso gigante, ha sabido crear división entre ellos. Tras las manifestaciones en las que el gremio de los taxistas pidieron más control de las aplicaciones competidoras, las diferentes asociaciones parecen ir por caminos diferentes.

Uber ha logrado dividir a las asociaciones de los taxistas

Por ejemplo, FedeTaxi, se desmarca de las actitudes violentas de otras asociaciones que han provocado otros altercados, como el anteriormente mencionado. Una de las asociaciones que más problemas está perjudicando la imagen del gremio de los taxistas es Elite Taxi. Su líder, Tito Álvarez, es conocido por su actitud desafiante ante Uber. De hecho en varios programas televisivos catalanes llegó a comentar que realizó una “batida para capturar vehículos con licencia VTC”.

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