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Empresario.

Los lunes pueden ser menos lunes si las semanas laborales son 'solo' de cuatro días. Este es el plan del Gobierno y Más País, que han pactado un plan piloto de tres años para destinar 50 millones de euros en ayudas (que saldrán de los fondos europeos) a aquellas empresas que se ofrezcan a trabajar 32 horas semanales. Una iniciativa polémica que, según cálculos de los expertos, les saldrá 'a pagar' a un 42% de las compañías en España, es decir, a todas las del sector servicios.

"Jurídicamente es viable, de quererse implantar con carácter obligatorio habría que retocar los artículos 34 y 37 del Estatuto de los Trabajadores", observa Sergio Herrero, de Legálitas, en declaraciones a este medio.

"España no es un país preparado para una jornada así por el peso del sector servicios", sigue. "En otros sectores sí sería viable, y está comprobado que aumenta la productividad", reconoce.

Herrero señala además que con la ley del teletrabajo se ha perdido una oportunidad de oro porque "en vez de reducir las semanas a cuatro días, se podía haber dado el derecho a los trabajadores a teletrabajar, al menos, un día a la semana si es posible, lo que le daría más libertad para, por ejemplo, ir a una segunda residencia".

"Para el empresario, que los empleados trabajen menos horas, lo que no significa que no puedan ser igual de productivos, manteniendo el sueldo que vienen percibiendo por una jornada superior, encarecería el proceso si, como parece la finalidad del Gobierno, se tuviera que contratar a alguien más para el día reducido a los trabajadores”, explica Fernando Vizcaíno de Sas, socio de ECIJA, a Confilegal.

"A la larga, no es una medida que genere empleo y solo podría poner en más problemas financieros a las empresas que ya están en una difícil situación económica, muchas de ellas al borde del cierre”, apostilla.

De Sas hace referencia a la justificación que esta medida trae bajo el brazo, según la cual una semana de cuatro días puede fomentar la creación de empleo en nuestro país, que actualmente tiene la segunda peor tasa de paro de toda la Eurozona, solo por detrás de Grecia.

DIVISIÓN EN EL SENO DEL GOBIERNO

Los que sí creen en la semana laboral de cuatro días son los integrantes de UGT. Su secretario general, Pepe Álvarez, insistió a finales del pasado año sobre la necesidad de implantarla en nuestro país: "Esta es una lucha que siempre empieza con un 'no' y luego acabamos donde tenemos que acabar".

Álvarez hizo así referencia a las palabras de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que no veía "margen" para dar cabida a esta iniciativa, al contrario que otros miembros del Gobierno que sí la defienden, como los de Unidas Podemos.

EN BÉLGICA HAN DADO UN PASO ADELANTE

El Gobierno federal de Bélgica ha dado luz verde en la madrugada del lunes a la reforma para modernizar el mercado laboral que permitirá concentrar las horas de la semana laboral de cinco a cuatro días y flexibilizar los horarios de los trabajadores.

El objetivo de la reforma es "fortalecer a los trabajadores y las empresas", según indicó el presidente del Ejecutivo belga, Alexander De Croo, en una rueda de prensa ante los medios tras la presentación de medidas, que ha agregado que la reforma pretende establecer una "economía más sostenible, innovadora y digital".

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