• También la salida a bolsa o la venta parcial de su filial de móviles en Reino Unido

Al presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, le gusta correr maratones. Una experiencia que le vendrá muy bien a la operadora, que tiene un largo camino por recorrer en los próximos meses. Por un lado, estudia posibles alternativas estratégicas para su filial de móviles en Reino Unido, O2 y, en segundo lugar, debe encontrar el mejor momento para sacar a bolsa en España Telxius, su filial de infraestructuras.

Ambas operaciones tienen una única finalidad: reducir la deuda financiera, el auténtico 'talón de Aquiles' de Telefónica en los últimos años, ya que afecta a su capacidad para pagar dividendos y puede terminar afectando a su rating crediticio, clave para seguir financiándose en los mercados de capitales.

“Tras la operación fallida de Hutchinson, la entidad se vio obligada a buscar un plan B para reducir deuda y cumplir con sus objetivos, fundamentales también de cara a mantener su rating crediticio”, explica Victoria Torre, responsable de análisis de SelfBank.

La 'teleco' presentó sus resultados semestrales el pasado 28 de julio y la reacción del mercado fue muy negativa. El beneficio neto cayó un 42%, hasta 1.241 millones de euros. Aunque uno de los aspectos que más preocupó a los expertos fue que la deuda neta aumentó en 1.980 millones de euros en el segundo trimestre en comparación con marzo, hasta un total de 52.568 millones de euros (una cifra superior a su capitalización bursátil). Esto se produjo por el abono de 1.950 millones a los accionistas en concepto de dividendos. El ratio de endeudamiento (deuda sobre Oibda) alcanzó el preocupante nivel de 3,2 veces.

El director financiero, Ángel Vilà, intentó tranquilizar a los inversores durante la presentación de resultados y señaló que tienen varias opciones para reducir deuda

El director financiero, Ángel Vilà, intentó tranquilizar a los inversores durante la presentación de resultados, al señalar que Telefónica cuenta con una “amplia diversidad” de medidas potenciales para reducir su ratio de endeudamiento hasta 2,35 veces el Oibda a finales de 2017. Vilà añadió que la empresa hará "visibles progresos" en sus planes de desapalancamiento en 2016, algo que pasa por los dos frentes antes mencionados: la venta parcial o la salida a bolsa de O2 y la salida a bolsa de Telxius. Pero el mercado está impaciente.

“Parece que han vuelto a ponerse en marcha los proyectos para sacar a bolsa O2 y Telxius. Telefónica ha contactado con Morgan Stanley y UBS para que lleven a cabo una valoración de la filial y para la puesta en marcha del proceso”, señala Victoria Torre. “En el caso de O2, Telefónica ha llevado a cabo últimamente cambios internos (nombramiento de Mark Evans como consejero delegado), lo cual podría apoyar el proceso de salida a bolsa”, añade.

“Por otro lado, la salida a Bolsa de Telxius, la compañía que aglutina torres de telefonía y redes, también está en desarrollo. Se baraja que podría salir a bolsa antes de final de año”, comenta esta experta.

LAS ALTERNATIVAS PARA LOGRARLO

Telefónica cuenta con varias opciones para reducir su endeudamiento en los próximos meses, según señalan los analistas

En cuanto a la valoración de estas operaciones, Bankinter comenta que “con una combinación de desinversiones, más el ahorro que implica el pago del dividendo vía 'scrip dividend', la compañía puede conseguir fondos por unos 9.000 millones de euros”.

Este cálculo está basado en una recaudación de 2.300 millones de euros por la salida a bolsa de Telxius, 140 millones de euros por ahorro de dividendos si el 30% de los accionistas opta por recibir títulos en vez de efectivo, 5.000 millones de euros por la venta parcial de O2 y 600 millones por desinversiones en activos no estratégicos.

Esos 9.000 millones que podría conseguir Telefónica en los próximos meses no alcanzan los más de 13.000 millones que acordó con Hutchison para la venta total de O2, pero ayudarán a calmar a los inversores y a las agencias de rating. En este sentido, Virginia Pérez, reponsable de renta variable de Tressis, afirma que Telefónica puede conseguir 3.000 millones de euros mediante generación de caja, otros 1.200 millones por la venta de activos no estratégicos y 2.000 millones de euros por la salida a bolsa de Telxius. Además, Telefónica podría emitir bonos híbridos por valor de 2.500 millones de euros.

En total, generaría unos 8.700 millones de euros, a los que habría que sumar la venta de una participación en O2, una empresa cuya valoración dependerá de los cálculos que se hagan tras la devaluación de la libra, ya que la salida de Reino Unido de la Unión Europea ha sido un duro golpe para la valoración de O2 por parte del mercado, afirma Pérez.

"Pero si quiere ganar contundencia en el plan de ajuste, deberá reducir el dividendo en 2017", opina Virginia Pérez. "En cualquier caso, no lo hará hasta que la empresa compruebe la evolución de la generación de caja en el segundo semestre", añade la responsable de renta variable de Tressis. Sobre la salida a bolsa de Telxius, afirma que Telefónica "esperará a 2017, a no ser que antes tengamos un momento muy bueno en bolsa".

DIVISIÓN ENTRE LOS ANALISTAS

Desde AlphaValue, piensan que los fundamentales siguen siendo sólidos a largo plazo con varios catalizadores a la vista

Por ahora, los analistas se encuentran divididos sobre la valoración de Telefónica y sus opciones para reducir su endeudamiento. Desde AlphaValue recomiendan comprar sus acciones, con un precio objetivo de 12,5 euros por acción y un potencial alcista superior al 40% a 12 meses.

“La teleco española publicó el 28 de julio unos decepcionantes resultados correspondientes al segundo trimestre de 2016”, afirman estos expertos. “Por lo tanto, para calmar las caídas de los siguientes días la compañía ofreció al mercado más alternativas para cumplir con su objetivo de reducir la deuda y mantener el dividendo. Por ello, comunicaron su intención de colocar en bolsa o a una compañía privada su participación minoritaria de 02 y vender su filial de infraestructuras Telxius”, añaden estos expertos.

“Desde AlphaValue, seguimos pensando que los fundamentales siguen siendo sólidos a largo plazo con varios catalizadores a la vista como son la recuperación en España, la mejora del margen Ebitda gracias al plan de reestructuración en Alemania y el potencial crecimiento previsto para ciertos países de Sudamérica. Le otorgamos un potencial por fundamentales a seis meses de +41,5%”, afirman.

Por su parte, Xavier Cebrián, gestor de GVC Gaesco Gestión, afirma que “Telefónica no es la mejor compañía del mundo, pero no vale los 9 euros a los que cotiza en bolsa”. En su opinión, los fundamentales otorgan a la operadora un valor de 16 euros por título. “En el segundo semestre, mejorarán los flujos de caja y habrá un impacto menor por las divisas. Además, se espera una mejoría del negocio en Brasil y España. A estos precios es una compañía que está muy barata”, concluye Xavier Cebrián.

Por el contrario, Bankinter aconseja vender sus acciones, con precio objetivo 8,6 euros, por debajo del precio actual de mercado. “Los resultados del primer semestre muestran una preocupante ralentización de actividad. Sin embargo, nos preocupa incluso en mayor medida el importante repunte de la deuda. Desde el primer trimestre, el endeudamiento neto de la compañía ha crecido casi un 4%”, apuntan.

Sobre el hecho de que la deuda neta del grupo ha superado su capitalización bursátil, comentan que “ante esta situación, seguimos advirtiendo de lo complicado que resultará para la compañía cumplir con sus objetivos estratégicos”, apuntan.

DOBLE URGENCIA

Desde Bankinter destacan dos problemas principales. “El primero es la sostenibilidad del dividendo. Si no se reduce la deuda, tampoco se minoran los gastos financieros. Con ello, no se liberan fondos para el pago de dividendos en efectivo", argumentan. Y añaden: "Ante esta situación la compañía pagará su dividendo de noviembre (0,35 € por acción) vía scrip dividend. Además, seguimos defendiendo que tendrá que reducir su retribución al accionista en próximos ejercicios si no consigue fortalecer su balance”.

El segundo gran problema es el rating. “A estos niveles de endeudamiento es muy probable que las agencias de calificación acaben recortando su rating (actualmente Baa 2 /BBB/BBB+). De hecho, Moody's advirtió seriamente sobre este asunto. Un recorte implicaría un repunte del coste de financiación, particularmente si la calificación llegase a caer por debajo de grado de inversión”, explican.

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