La compañía alemana de suministro energético E.On obtuvo un beneficio neto atribuible de 2.920 millones de euros entre enero y septiembre, lo que representa un descenso interanual del 21,2%, según informó la 'utility' en un comunicado.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de E.On en los nueve primeros meses de 2018 aumentó un 3,8% interanual, hasta 3.675 millones de euros. Por su parte, las ventas de la alemana en los nueve primeros meses del año sumaron 24.427 millones de euros, un 13,5% menos que un año antes, lastradas por la aplicación de la nueva norma contable IFRS 15, incluyendo un descenso del 29% de los ingresos del negocio de redes, mientras que el área de consumo facturó un 2% más y el segmento de renovables elevó un 7% sus ingresos.
En el tercer trimestre, E.On logró un beneficio neto atribuible de 216 millones de euros, frente a las pérdidas de 166 millones del mismo periodo del año anterior. Por su parte, las ventas de la 'utility' germana bajaron un 13,5% entre julio y septiembre, hasta 7.306 millones.
La compañía germana reiteró sus pronósticos de cerrar el ejercicio 2018 con un Ebit ajustado de entre 2.800 y 3.000 millones de euros, así como un beneficio neto ajustado de entre 1.300 y 1.500 millones, señalando que ahora prevé que sus resultados anuales se situarán en la mitad más alta de ambos rangos.