LONDRES, 11 (EUROPA PRESS)

Rolls-Royce ha anunciado que ha identificado un problema en "un pequeño número de motores Trent 1000 'Package C'", que se utilizan en los aviones de Boeing, que no está proporcionando la durabilidad que se esperaba, por lo que ha acordado llevar a cabo una inspección de este tipo de propulsores, que tendrán un impacto limitado para los clientes.

La compañía señala que los requisitos de inspección supondrá un coste adicional pero no modificará su flujo de caja disponible en 2018 en alrededor 450 millones de libras (510,6 millones de euros).

Dichas inspecciones, se realizarán en apoyo a una directiva de aeronavegabilidad de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), que será publicada en los próximos días. Como resultado de ello, la firma británica anticipa un impacto limitado de operaciones de sus clientes.

"Estamos trabajando con nuestros clientes para minimizar el impacto operativo en cualquiera de estas inspecciones. Seguimos absolutamente comprometidos con la eliminación de este problema de la flota de Trent 1000", ha afirmado la compañía en un comunicado.

El paquete estándar B ha estado en servicio desde 2012 y consta de 166 motores, según los datos proporcionados por la multinacional británica.

PLAN DE REESTRUCTURACIÓN.

Por otro lado, según publica 'The Times', Rolls-Royce prevé anunciar esta semana un recorte de unos 4.000 empleos en el macro de un plan de reestructuración para reducir sus costes, que podría anunciar el consejero delegado, Warren East, el próximo viernes.

Asimismo, se espera que el grupo, que emplea a 50.000 personas en 50 países, explique cómo logrará un retorno a las inversiones realizadas en los últimos años y cuáles serán los motores para generar efectivo más allá de su horizonte en el medio plazo.

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