La Unión Europea y Reino Unido se enfrentarán a una caída del 20% en la demanda de energía para 2050
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La demanda de energía regresará a los niveles de 2019 antes de cuatro años, pero nunca volverá a su curva de crecimiento anterior a la pandemia, según la nueva investigación de McKinsey & Company titulada 'Perspectiva Energética Global 2021'.
Además, la demanda de electricidad y de gas se recuperarán más rápido que la de petróleo, pero el carbón nunca volverá a los niveles de demanda anteriores.
El socio senior de McKinsey, David González, ha señalado que las mejoras en la eficiencia energética derivadas de los avances tecnológicos y el cambio de combustible generarán que la intensidad energética del PIB mundial se reduzca en un 40% para 2050.
Asimismo, añade que de 2019 a 2050, el consumo de energía per cápita se reducirá en un 5% a nivel mundial, a pesar del fuerte desarrollo económico que afecta a miles de millones de personas durante ese mismo período.
Por otro lado, el estudio revela que la Unión Europea y Reino Unido se enfrentarán a una caída del 20% en la demanda de energía para 2050, provocada por la disminución de la población y el aumento de la eficiencia.
No obstante, las economías emergentes duplicarán su participación en el mix energético mundial, con un crecimiento particularmente fuerte en África, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la India, del 24% al 34%. En China se estima que la demanda de energía se estabilice a partir de 2030.
LA DEMANDA MUNDIAL DE ELECTRICIDAD SE DUPLICARÁ
La demanda mundial de electricidad se duplicará para el 2050 y la cuota de la electricidad crecerá de un 19% en la actualidad hasta un 30% para ese mismo año, mientras que el hidrógeno representará el 40% del crecimiento de la demanda de energía desde 2035 hasta 2050.
Sin embargo, el informe apunta a que el aumento del teletrabajo y la reducción de los viajes podrán reducir la demanda mundial de petróleo en dos millones de barriles por día para 2035.
Asimismo, para 2035, más del 50% de la generación de electricidad mundial provendrá de fuentes renovables, y es que en la próxima década, las energías renovables se volverán más baratas que las plantas fósiles existentes y desencadenará una fuerte absorción de la capacidad instalada de energía solar fotovoltaica y de energía eólica terrestre y marítima.
Respecto a los combustibles fósiles, el estudio estima que la demanda agregada alcanzará su punto máximo en 2027, con el petróleo llegando a su máximo en 2029 y el gas en 2037, mientras que la de carbón muestra un descenso constante.