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Un avión estadounidense se ha estrellado este lunes al este de Afganistán, derribado por los talibanes, que ya han reivindicado el ataque. El jefe de personal de las Fuerzas Aéreas, el general Dave Goldfein, ha confirmado que se trata de un avión militar E-11 fabricadas por la canadiense Bombardier, aunque no ha confirmado que haya sido derribado.
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"No sabemos el estado de la tripulación", ha añadido Goldfein. "Debemos asegurarnos de que tenemos los datos correctos y tan pronto como tengamos esos hechos, les prometo que se los haremos llegar ”, ha agregado, incapaz de confirmar por ahora qué ha ocurrido.
Desde el canal Ariana News se apunta que a bordo de la aeronave viajaban 83 personas. Según los informativos locales, la zona del accidente está bajo control talibán, por lo que fuerzas especiales afganas han sido enviadas a explorar el lugar.
El portavoz de grupo talibán, Zabiullah Mujahid, ha asegurado que todos los pasajeros, entre los que se incluían oficiales de alto rango de la CIA, han sido asesinados.
LAS PRIMERAS INFORMACIONES APUNTABAN A UN VUELO COMERCIAL
En un primer momento se pensaba que se trataba de un avión comercial de la aerolínea Ariana. En declaraciones a Reuters, el CEO de la compañía, Mirwais Mirzakwal, ha negado que uno de sus aviones se haya estrellado. "Los vuelos pertenecientes a Ariana viajaban desde Herat a Kabul y desde Herat a Delhi y ambos han aterrizado sin problemas", ha asegurado.
Las aeronaves de esta compañía han sido fabricadas por Boeing. Antes de conocerse que se trataba de un ataque a un avión Bombardier, la aeronáutica estadounidense ha bajado con fuerza en Wall Street ante el temor de que se hubiese producido otro accidente tras la crisis de los del 737 Max. Al cierre de la jornada, los títulos han caído un 2%, lastrados también por el mal comportamiento de Wall Street.
