une chaine de production de la societe allemande rheinmetall en allemagne
Fábrica de Rheinmetall.

La Unión Europea (UE) comienza a dar pasos en esta nueva era de la defensa. El acercamiento entre Estados Unidos y Rusia y la negativa de Washington a seguir sufragando la OTAN ha abocado a Europa a tener que aumentar drásticamente su gasto en defensa ante la amenaza que se cierne desde Moscú. Un cambio que, según Berenberg, lavará la cara por completo al sector.

"Estamos al comienzo de un ciclo de rearme que durará una década, lo que impulsará el crecimiento de ganancias a medio plazo para el sector de defensa europeo a un nivel incomparable con los últimos 30 años. Los presupuestos de defensa europeos, en nuestra opinión, crecerán, como mínimo, a una tasa de un solo dígito alto hasta 2035. El impulso de los gobiernos europeos para ordenar equipos militares europeos en lugar de estadounidenses ofrece un 80% de potencial de alza en la captación de pedidos", explican los expertos de la firma germana en uno de sus últimos informes.

En este sentido, Berenberg señala que las medidas anunciadas en la última semana serán clave para la consecución de este objetivo. Cabe recordar que la Comisión Europea, a través de la presidenta Ursula von der Leyen, anunció la pasada semana la intención de movilizar 800.000 millones de euros para que los Veintisiete aumenten su inversión en defensa en los próximos años.

Dicho plan contempla tanto un nuevo instrumento de préstamos de 150.000 millones de euros, como otros 650.000 millones dependientes del aumento del gasto de los socios comunitarios tras la relajación de las reglas fiscales de la Unión. "Si los Estados miembros aumentaran su gasto en defensa un 1,5% del PIB, esto podría crear un espacio fiscal de cerca de 650.000 millones de euros durante cuatro años", detalló Von der Leyen.

También se planteó la posibilidad de reasignar los fondos de cohesión para defensa o de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) tenga un papel más activo en la inversión en materia de seguridad. En este sentido, el organismo presidido por la exvicepresidenta española Nadia Calviño remitió el pasado martes una carta a los líderes de la UE que relajará las restricciones del BEI, incluida la limitación de invertir 8.000 millones en el ámbito militar. El BEI tiene un presupuesto de casi 100.000 millones y actualmente apenas invierte un 2% en defensa, algo que los líderes consideran insuficiente y que cambiará en el futuro.

"Alcanzar el 3% del PIB en Europa para 2035 equivaldría a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) del 8% en el gasto en defensa durante el período 2025-2035, añadiendo 686.000 millones a los presupuestos de defensa. Una línea de tiempo más rápida parece probable dada la situación geopolítica de las últimas semanas, según nuestra opinión. Alcanzar el 3% del PIB para 2030 ofrecería un 12% de CAGR en el gasto en defensa", sentencia Berenberg.

ALEMANIA, EN EL FOCO

Por otro lado, Berenberg destaca que el papel de Alemania en este proceso será clave. En este sentido, los futuros socios de la coalición de Alemania acordaron una flexibilización importante del corsé fiscal de Alemania: todo gasto en defensa que exceda el 1% del PIB estará exento del límite actual de déficit.

Esto, explica Berenberg, allana el camino para un presupuesto de defensa alemán más alto y sostenible, un "claro contraste" con varias décadas de desinversión y preocupaciones "perennes" sobre las perspectivas de la inversión en seguridad.

"Prevemos que el gasto en defensa de Alemania aumentará al 2,6% del PIB para 2028 y modelamos una CAGR del 18% en el presupuesto de adquisiciones durante este período", señalan. Esto, agregan, "cambia las reglas del juego" para compañías nacionales como Rheinmetall y Renk.

Cabe señalar que este viernes se ha conocido que el futuro canciller de Alemania, Friedrich Merz, ha alcanzado un acuerdo con el partido Los Verdes para obtener su apoyo a la reforma fiscal y el fondo de infraestructuras de 500.000 millones de euros.

La semana pasada se concretó cuerdo histórico en Alemania para reformar el freno de deuda y estimular la economía. Los conservadores de la CDU, el partido de Merz, y los socialdemócratas del SPD, acordaron crear un fondo de infraestructuras de 500.000 millones de euros a 10 años y reformar el freno de la deuda, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico y aumentar el gasto en defensa.

Con el apoyo de Los Verdes y del Partido Socialdemócrata (SPD), Merz y la CDU tendrían así la mayoría necesaria para aprobar esta medida, ya que el ascenso del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y de La Izquierda en las últimas elecciones federales había complicado la aritmética parlamentaria germana. Merz quiere asegurar los fondos antes de que se configure el nuevo parlamento el 25 de marzo, donde corren el riesgo de ser bloqueados por estas formaciones.

"Esto es un mensaje claro para nuestros socios y amigos, pero también para nuestros adversarios, para los enemigos de nuestra libertad: somos capaces de defendernos y ahora estamos del todo preparados para defendernos", ha afirmado Merz al anunciar el acuerdo con Los Verdes. "Alemania ha vuelto, y realiza una gran aportación a la defensa de la libertad y la paz en Europa".

GRANDES BENEFICIADAS

Por otro lado, Berenberg subraya que los gobiernos europeos están reevaluando su dependencia de los equipos militares de EEUU en vista de las crecientes tiranteces entre Bruselas y el presidente Donald Trump. Esto es un problema a corto plazo, ya que las cinco empresas de defensa más grandes de EEUU generan "más de tres veces" los ingresos a nivel nacional que todo el sector de defensa europeo combinado en el continente. No obstante, también representa una importante oportunidad para el sector.

"Europa ordenó alrededor de 54.000 millones en equipos militares de empresas estadounidenses en 2024, frente a unos 74.000 millones dirigidos a empresas de defensa europeas, según nuestras estimaciones. Estimamos un 80% de potencial al alza en la captación de pedidos europeos si los pedidos de EEUU se redirigen a empresas europeas", detalla Berenberg.

En este sentido, Rheinmetall aparece como la empresa más favorecida de entre todas las que cubre Berenberg, a la que otorgan una recomendación de 'compra' y un precio objetivo de 1.410 euros. Según el modelo de la firma germana, Rheinmetall ofrece una CAGR del 33% en beneficio por acción (BPA) durante 2025-2027, con un 25% de alza en su escenario más optimista.

"Nuestro modelo de arriba hacia abajo implica que el consenso solo está asumiendo un 2,4% del gasto del PIB en Europa en 2030 (fuera de Alemania y el Reino Unido). La valoración de Rheinmetall es atractiva, con las acciones cotizando en una ratio PEG de 1,3x, por debajo del promedio sectorial de 1,8x", señalan.

Por otro lado, Berenberg destaca que el compromiso de aumentar el gasto en defensa del Reino Unido al 2,5% del PIB para 2027 también será un factor importante en el crecimiento del sector, ya que "fue más alto de lo que esperábamos". Ahora, estos expertos estiman una CAGR del 7% en el presupuesto de adquisiciones del Reino Unido durante el período 2025-2035. Esto, apuntan, beneficia principalmente a QinetiQ y Babcock, dado que ambas obtienen al menos el 50% de sus ingresos del Ministerio de Defensa del Reino Unido.

En contraste, la perspectiva en EEUU es incierta. Por un lado, Washington ha propuesto recortes de más de 50.000 millones de dólares en ciertos programas de "baja prioridad" para el año fiscal 2026. Por otro, el Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE, por sus siglas en inglés) que encabeza Elon Musk presenta un "riesgo adicional".

En este contexto, BAE Systems y Chemring, que obtienen la mayor parte de sus ingresos de EEUU, son las dos compañías más expuestas a cualquier susto a la baja. Berenberg ha rebajado su consejo sobre ambos títulos a 'mantener', aunque ha elevado su precio objetivo hasta las 1.700 y las 470 libras esterlinas, respectivamente.

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