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Joe Biden, presidente de EEUUThe White House

El enésimo espectáculo sobre el techo de deuda en Estados Unidos está alcanzando en esta nueva edición cotas esperpénticas. Los inversores están más que acostumbrados a esta representación de los políticos americanos, pero en esta ocasión se ha llegado a unos niveles que, claramente, puede decirse que han conseguido alterar a los mercados.

"Aunque existe la firme creencia de que los políticos estadounidenses no son tontos como para desencadenar una crisis económica autoinducida y que llegarán a un acuerdo justo a tiempo, el apetito por los activos de riesgo parece debilitado", reconoce la experta de Swissquote Bank, Ipek Ozkardeskaya. "Las discusiones sobre el techo de la deuda son negativas para el riesgo, se mire por donde se mire...", afirma Neil Wilson, director de análisis de Markets.com.

Y es que las bolsas mundiales han pasado de estar en 'compás de espera' a estar de los nervios mientras esperan un acuerdo sobre el límite de la deuda estadounidense, registrando caídas crecientes mientras se mueven al son de cada última declaración del líder de los republicanos en el Congreso, Kevin McCarthy.

EL 1 DE JUNIO, EL 8, EL 9, LA PRIMERA QUINCENA...

La agonía podría extenderse aún más. Es decir, lejos de alcanzar un acuerdo 'rápido' a la situación, lo que parece es que el vía crucis podría prolongarse más tiempo de lo previsto.

La fecha tope en mente de todos es el 1 de junio, que es cuando la Secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, ha advertido de que se quedarán sin dinero para poder pagar. Sin embargo, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, ha cuestionado esta fecha, dando a entender que el plazo real es un poco más tarde.

Goldman Sachs (que fija la fecha tope entre los días 8 y 9 de junio) o Nomura (que se refiere a la primera quincena del próximo mes) parece que comparten esta opinión, lo que podría alargar las negociaciones y dar lugar a una sucesión de jornadas que pondrán a prueba los nervios de todos, reconocen los analistas.

"Puede que lo que haga falta para generar la urgencia necesaria para que los políticos dejen de jugar a la ruleta rusa con al economía estadounidense sea un colapso en el mercado", reconoce Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres.

En los últimos días, las conversaciones entre republicanos y demócratas han dado lugar a algunos avances, pero de momento no se ha llegado a ningún acuerdo. Las dos partes parecen estar cerca en algunos aspectos -ambas quieren evitar un impago-, pero los republicanos necesitan "algún movimiento o algún cambio fundamental" por parte de la Casa Blanca.

Los republicanos quieren recortar el gasto durante el mayor tiempo posible, mientras que los demócratas ofrecen pequeños recortes en un par de años. Pero el tiempo apremia, ya que la Cuenta General del Tesoro estadounidense se hunde a un ritmo creciente, y Estados Unidos pronto se quedará sin dinero para pagar sus facturas.

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