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La agencia de calificación crediticia ha revisado este viernes el rating de la deuda soberana de España sin cambios. Como preveían los analistas, S&P mantiene la nota en 'BBB' con perspectiva estable. “Las reformas aprobadas desde 2010 dejan a España en buena situación para beneficiarse de la caída de los precios del petróleo, la depreciación del euro y la política monetaria acomodaticia del Banco Central Europeo (BCE).

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S&P ha cumplido con los pronósticos y ha mantenido la calificación crediticia de la deuda pública española. Así, el 'rating' continúa en 'BBB' con perspectiva estable. La agencia estadounidense ha aplaudido en su comunicado las reformas llevadas a cabo en España desde el año 2010, que dejarían a la economía en una buena posición para encarar este escenario marcado por tres hitos: abaratamiento del crudo, depreciación del euro y la 'QE' europea.

Con estos ingredientes, S&P ha elevado la proyección de crecimiento para la economía española en tres décimas para el periodo 2015-2017. Ahora, la previsión de la agencia se sitúa en un 2,2% con un potencial alcista.

La perspectiva estable para España se basa en que los expertos de S&P esperan dos años de recuperación económica, y una gradual consolidación presupuestaria frente a los riesgos exteriores, la posibilidad de deflación o el debilitamiento de la demanda externa, que estaría compensado por la recuperación en curso de la demanda interna.

España ha puesto en marcha reformas estructurales que han mejorado la competitividad y flexibilidad de la economía

“España ha puesto en marcha reformas estructurales que han mejorado la competitividad y la flexibilidad de la economía desde 2010”, señala la justificación que ofrece el comunicado para la decisión. Estas reformas habrían colocado a la economía española en una fuerte posición ante los tres escenarios comentados de debilitamiento del coste del petróleo, la evolución del tipo de cambio del euro frente al dólar y otras importantes divisas, y el programa de política monetaria expansiva del BCE.

Asimismo, S&P no espera que el crecimiento del crédito extranjero para financiar la demanda interna crezca en los próximos años, debido a la deuda de las empresas y la carga de apalancamiento de los hogares. La deuda se mantendría en niveles elevados pero disminuyendo de forma sostenible desde el 110% respecto al PIB en el caso de la deuda de las empresas, y del 72% de los hogares, según la estimación que maneja la agencia a finales de 2014. Por ello, señala que es importante para el crecimiento económico futuro la recuperación del valor de los activos financiados por esta deuda desde los niveles actualmente “deprimidos”. “La evidencia muestra que los niveles de valoraciones de los activos se están recuperando con el apoyo del programa de 'Quantitative Easing' del BCE”.

La agencia de 'rating' recuerda que la economía española creció un 1,4% pero el producto está todavía en niveles un 6% inferiores a 2008 en términos reales y un 5% menos en términos nominales. “La inversión aumentó por primera vez en siete años en 2014, aunque todavía fue un 32% menor que en 2008”. Teniendo en cuenta las condiciones externas más benignas, además del escenario de petróleo barato y euro débil, junto a la menor presión fiscal para empresas y familias, “el desempeño del PIB debe mejorar los tres próximos”.

El desempeño del PIB debería mejorar los tres próximos años por las condiciones externas más benignas, el crudo barato y el euro débil

S&P también destaca el momento de tasas de interés reales negativas que pueden hacer aumentar el apetito por la inversión en el sector privado. “Esperamos que gran parte de esta inversión potencial se haría en el sector exportador, aprovechando que el país tiene salarios considerablemente menores y la regulación laboral es más flexible en comparación con los socios de la Zona Euro”.

Sobre la parte negativa, el comunicado advierte de la incertidumbre provocada por el escenario político y por no saber si el futuro Gobierno tras las próximas elecciones generales podrá acometer el reto de mejorar la competitividad de la economía.

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CONDICIONES PARA CAMBIO DE 'RATING'

El comunicado de S&P también explica las condiciones necesarias para que realice un cambio en la calificación crediticia de la deuda soberana. La nota mejoraría según varias condiciones. Una de ellas es que la economía española arroje mensajes de sostenibilidad y crezca por encima de lo esperado, sin reducir la cuota de exportación.

Asimismo, también valoraría positivamente una disminución del déficit presupuestario, con estabilización de las estadísticas de deuda pública.

Otro punto a favor sería que la posición exterior siga en línea de mejoría, con un alivio del coste de financiación para el sector privado. Por último, señala S&P también que el canal de transmisión monetaria se fortalezca con una normalización de la inflación y de las condiciones de crédito.

Al contrario, S&P podría empeorar la nota crediticia si el crecimiento económico se sitúa muy por debajo de sus proyecciones, las acciones de política monetaria del BCE no logran evitar el riesgo deflacionista que erosiona el desempeño fiscal y el crecimiento. Si la deuda de las administraciones públicas superara el 100% del PIB, algo que no esperan los expertos de la agencia, también contribuiría negativamente a la próxima revisión. Por último, tampoco sería positivo un debilitamiento de la balanza por cuenta corriente.

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