ep sombrillas de una terraza de un restaurante de la plaza mayor
Marta Fernández Jara - Europa Press

Con el levantamiento de las restricciones de confinamiento impuestas para limitar la propagación del Covid-19, el sector servicios español ha vuelto al crecimiento en junio, después de los descensos sin precedentes de la actividad observados a principios del trimestre. Así, actividad y los nuevos pedidos registran una leve expansión y la confianza mejora, aunque persiste la destrucción de empleo.

Según el índice PMI elaborado por la consultora Markit y publicado este viernes, aunque alentador, el crecimiento fue solo marginal, ya que la pandemia mundial continuó teniendo un impacto fuertemente negativo en la actividad económica. No obstante, el Índice de Actividad Comercial volvió a situarse por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 en junio, señalando 50,2, muy por encima del 27,9 registrado en mayo.

Dicho retorno al crecimiento estuvo apoyado por un aumento de tamaño similar en los volúmenes de nuevos pedidos, a medida que la actividad económica en general comenzó a reanudarse en concordancia con una flexibilización de las medidas de confinamiento relacionadas con la pandemia de COVID-19. No obstante, algunas de las empresas encuestadas informaron que el virus continuó teniendo un impacto adverso en la demanda y que el número de clientes aún está muy por debajo de los niveles habituales.

La falta de un crecimiento significativo de los nuevos pedidos hizo que las empresas pudieran cómodamente poner al día las cargas de trabajo, ya que los pedidos pendientes de realización disminuyeron por cuarto mes consecutivo. Los niveles de personal también se redujeron nuevamente, en línea con la tendencia desde marzo pasado, puesto que las empresas respondieron al exceso de capacidad en sus unidades.

Las empresas informaron que el entorno empresarial sigue siendo extremadamente desafiante

No obstante, algunas de las empresas encuestadas informaron que muchos empleados dejaron los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y regresaron al trabajo en junio, hecho que contribuyó a impulsar un aumento considerable en los gastos operativos generales. Después de dos meses de descensos sin precedentes en los costes, el aumento observado en junio fue fuerte. También hubo informes de un aumento de los precios cobrados por los proveedores y un aumento de los costes del transporte.

Las empresas no pudieron repercutir el aumento de dichos costes a sus clientes y los precios cobrados se redujeron por cuarto mes consecutivo. Las empresas informaron que el entorno empresarial sigue siendo extremadamente desafiante y que ofrecieron tarifas más bajas a los clientes en un intento por mantener el negocio y captar nuevos pedidos.

Por último, la confianza de nuevo mejoró notablemente en junio. En general, las empresas se mostraron optimistas sobre el futuro, y el sentimiento fue el mejor desde febrero pasado. Las empresas encuestadas comentaron que la relajación continua de las restricciones del confinamiento debería ayudar a respaldar el crecimiento de la demanda y la actividad durante los próximos doce meses.

ESTABILIZACIÓN DEL SECTOR PRIVADO

Por su parte, la economía del sector privado de España se acercó a la estabilización en junio. El Índice Compuesto de Actividad Total se situó en 49,7 frente a 29,2 registrado en el mes anterior. Además, la lectura de junio fue la mejor desde febrero pasado, ya que las empresas de la economía del sector servicios registraron un crecimiento marginal, pero la producción manufacturera continuó disminuyendo.

Se observaron tendencias similares para los nuevos pedidos, aunque el crecimiento marginal observado en el sector servicios más que contrarrestó otra disminución de los nuevos pedidos recibidos por los fabricantes. En consecuencia, el sector privado registró su primer aumento de los nuevos pedidos en general desde febrero pasado.

Las tendencias del empleo fueron menos positivas, ya que continuaron disminuyendo bruscamente durante el mes, aunque al ritmo más débil desde febrero pasado. Las empresas manifestaron su deseo de controlar los costes dado el desafiante entorno empresarial. No obstante, los gastos operativos generales del sector privado aumentaron bruscamente por primera vez en cuatro meses debido a que los empleados regresaron al trabajo tras dejar los ERTE. Los márgenes de beneficios estuvieron bajo presión ya que las tarifas continuaron reduciéndose.

Por último, la confianza empresarial mejoró en ambos sectores en junio, alcanzando su nivel más alto desde febrero pasado.

Desde Markit comentan que, "a pesar de la clara mejora en las cifras del índice PMI, de acuerdo con la flexibilización de las medidas de confinamiento y la reapertura en general de las actividades económicas, en el contexto de los datos anteriores, la encuesta de junio indicó una recuperación moderada hasta la fecha".

Explican que las empresas mencionaron que "el número de clientes sigue siendo muy bajo y que están operando con un considerable grado de exceso de capacidad en sus unidades. Dicha coyuntura condujo a inevitables presiones en los costes, especialmente cuando el personal regresó al trabajo tras dejar la adopción de ERTE, conllevando a otra ronda de notables recortes de empleo en todo el sector en junio".

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