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EUROPA PRESS - Archivo

El sector servicios español registró en febrero el crecimiento más lento en más de seis años, debido a la debilidad que está registrado la demanda del mercado. Aún así, continuó expandiéndose, según los datos del índice PMI publicados este miércoles. Las empresas mantuvieron un cierto grado de confianza sobre el futuro, aunque la incertidumbre política y las preocupaciones sobre el brote de coronavirus afectaron el sentimiento.

El índice de Actividad Comercial, elaborado por la consultora Markit, se situó en febrero en 52,1, frente a 52,3 registrado en enero, cayendo por segundo mes consecutivo desde sus máximos recientes de diciembre, con lo que el índice señaló el ritmo más débil de expansión desde noviembre de 2013. Se mantuvo cómodamente por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 en febrero, extendiendo el período actual de expansión a casi seis años y medio.

Las empresas también se enfrentaron a una notable reducción de los márgenes de beneficios, ya que los costes aumentaron drásticamente pero las tarifas se mantuvieron prácticamente sin cambios. Sin embargo, el crecimiento del empleo se mantuvo en concordancia con el aumento de los pedidos pendientes de realización.

El crecimiento más débil de la actividad comercial en febrero se vinculó al aumento más lento de los nuevos pedidos en más de seis años. Aunque algunos encuestados informaron que las actividades comerciales en parte tuvieron cierto éxito, otros comentaron que la demanda del mercado se ha estancado, especialmente en el caso de clientes extranjeros. De hecho, las ventas a clientes del exterior disminuyeron por décimo mes consecutivo y a un ritmo casi récord de la serie. Las empresas encuestadas comentaron sobre el impacto adverso que el reciente brote de coronavirus está tendiendo en la confianza y en la actividad, especialmente en áreas como los viajes y el turismo.

Destaca impacto adverso que el coronavirus está tendiendo en la confianza y en la actividad, especialmente en áreas como el turismo

La débil demanda afectó el poder de fijación de precios en febrero. Aunque las empresas pudieron aumentar sus tarifas en promedio por segundo mes consecutivo, lo hicieron solo marginalmente, hecho que contribuyó a una reducción de la rentabilidad ya que los costes aumentaron a la tasa más acelerada desde agosto de 2008. Las empresas de servicios informaron que los proveedores aumentaron sus precios desde el mes anterior, al mismo tiempo que observaron un aumento en sus costes laborales.

Dicho incremento en los gastos del empleo reflejó en parte los esfuerzos por contratar personal adicional en áreas como marketing y prestación de servicios, al mismo tiempo que las empresas retienen personal existente y se enfrentan a unas mayores cargas de trabajo, ya que la encuesta de febrero mostró que los pedidos por completar aumentaron al ritmo más fuerte en más de dos años. En consecuencia, el empleo de nuevo aumentó, extendiendo el período actual de crecimiento a casi cinco años y medio. No obstante, la última expansión fue modesta y la más débil desde octubre del año pasado.

Por su parte, las empresas siguieron confiando en un aumento de la actividad a lo largo de los próximos doce meses frente a los niveles actuales. Las nuevas acciones comerciales, además de la introducción planificada de nuevos servicios, fueron razones para mantener la confianza. Sin embargo, las preocupaciones sobre el impacto del coronavirus en la actividad a corto plazo junto con la actual incertidumbre política interna afectaron el optimismo.

SECTOR PRIVADO

Mientras, la economía del sector privado de España se expandió a una tasa ligeramente más fuerte en febrero, aunque el crecimiento siguió siendo modesto. Después de tener en cuenta los factores estacionales, el indice PMI Compuesto de Actividad Total se colocó en 51,8 en febrero frente a 51,5 del mes anterior. El crecimiento estuvo respaldado por un retorno a la expansión de la producción manufacturera, la primera vez que esto ocurre desde abril del año pasado.

La debilidad del crecimiento en general de la actividad del sector privado fue debida al aumento más leve de los nuevos pedidos en cuatro meses. El comercio de exportación siguió siendo un factor de debilidad notable ya que el brote de coronavirus minó la confianza y la actividad en una variedad de sectores. Los últimos datos mostraron que, en general, los nuevos pedidos recibidos de clientes del extranjero cayeron por noveno mes consecutivo.

El crecimiento del empleo permaneció leve en febrero y estuvo impulsado por el sector servicios, aunque el crecimiento en este sector fue el más débil de los últimos cuatro meses. Las empresas en general contrataron más personal para poner al día unos mayores volúmenes de trabajos por realizar, que aumentaron en febrero por tercer mes consecutivo. Aunque los márgenes de beneficios se mantuvieron bajo presión debido al fuerte aumento de los precios de compra en el sector de servicios, los fabricantes registraron la novena reducción mensual consecutiva de los costes.

En cuanto al optimismo respecto al futuro, fue ligeramente mayor a raíz de un aumento marginal de la confianza en el sector servicios.

Desde Markit comentan que "el crecimiento del sector servicios continuó atenuándose en febrero a medida que las incertidumbres políticas perjudicaron la demanda interna, mientras que los efectos adversos del brote de coronavirus tuvieron un impacto negativo en la confianza y en la actividad del mercado en sectores relacionados con los viajes y el turismo". Añaden que "si bien los datos hasta febrero sugieren que la economía debería continuar creciendo en el primer trimestre del año, los riesgos a la baja para la expansión claramente están comenzando a materializarse de cara a la primavera".

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