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EUROPA PRESS - Archivo

El sector servicios español registró en noviembre un "bienvenido" y "sorprendente" retorno al crecimiento. La actividad comercial y los nuevos pedidos aumentaron, hubo crecimiento del empleo y la confianza en el futuro mejoró, según señala el índice PMI. Sin embargo, "queda por ver si estas tendencias al alza pueden mantenerse", ya que las presiones de los precios continuaron aumentando.

El índice señaló su lectura más alta desde el pasado mes de julio, interrumpiendo una secuencia de dos meses de contracción, al aumentar hasta 51,2 en noviembre, frente a 49,7 de octubre. Así, el Índice PMI de Actividad Comercial ajustado estacionalmente, retornó a un nivel por encima de la marca de ausencia de cambios de 50.

"Dado el contexto de los desafíos del coste de vida, la alta inflación, el aumento de los tipos de interés y la vasta incertidumbre económica, fue un poco sorprendente ver el retorno al crecimiento de la actividad comercial en noviembre y la bienvenida mejora de las ventas por primera vez en cuatro meses. Queda por ver si estas tendencias al alza pueden mantenerse, ya que los costes operativos siguen aumentando considerablemente y continúan ejerciendo presión en los presupuestos tanto de las empresas como de sus clientes", comentan en S&P Global Market Intelligence.

En consecuencia, destacan que "las perspectivas siguen siendo inusualmente inciertas, hecho subrayado por los encuestados que señalaron una incertidumbre considerable con respecto al nivel de la actividad en el plazo de doce meses".

Según el índice, este modesto crecimiento de la actividad estuvo vinculado a un aumento de tamaño similar de los nuevos pedidos. Las empresas señalaron una mejora en la demanda del mercado, que en algunos casos se percibió como una grata sorpresa en el contexto actual de la incertidumbre macroeconómica y elevada inflación (que provocaron una restricción del crecimiento en general tanto de la actividad como de los nuevos pedidos). Los nuevos pedidos aumentaron a pesar de observarse un declive de los nuevos pedidos procedentes de clientes del extranjero, que cayeron por quinto mes consecutivo, aunque al ritmo más lento en esta secuencia de contracción.

El aumento de los nuevos pedidos y de la actividad motivaron a algunas empresas a contratar más personal y, en general, se registró un modesto crecimiento del empleo por segundo mes consecutivo en noviembre, hecho que proporcionó el beneficio adicional de aumentar la capacidad y conllevó a que las empresas pudieran poner cómodamente al día sus cargas de trabajo existentes. Los pedidos pendientes de realización disminuyeron por cuarto mes consecutivo y lo hicieron a un ritmo sólido y acelerado.

El incremento de la fuerza laboral fue uno de los factores que impulsó los gastos operativos en noviembre y las empresas indicaron que la subida de los sueldos de las plantillas se sumó a la carga de los costes generales. También de nuevo se informó que los precios de otros insumos clave, como el combustible, la electricidad y el gas, contribuyeron al aumento de los costes.

En general, la inflación de los precios de los insumos se mantuvo elevada y apenas cambió con respecto a la máxima de cuatro meses registrada en octubre. Las empresas intentaron repercutir el incremento de los costes a los clientes a través de un aumento de sus tarifas siempre que les fue posible. Los últimos datos indican que los precios cobrados aumentaron a la tasa más fuerte desde el pasado mes de junio, y lo hicieron por vigésimo mes consecutivo.

La persistente elevada inflación continúa enturbiando las perspectivas y muchas empresas siguen sin estar seguras de cómo evolucionará la actividad y la demanda del mercado en los próximos doce meses. Por un lado, las empresas prevén la posibilidad de un fortalecimiento de las ventas si baja la inflación y se disipa la incertidumbre que ha caracterizado la toma de decisiones de los clientes en los últimos meses. No obstante, a muchas empresas les preocupa que estos factores sigan obstaculizando el crecimiento y afectando la actividad. En general, la confianza entre las empresas del sector servicios se mantuvo históricamente débil, a pesar de haber mejorado desde octubre, hasta alcanzar su máxima de cinco meses.

LIGERA CONTRACCIÓN DEL SECTOR PRIVADO

Por su parte, la actividad económica del sector privado en España disminuyó en noviembre por tercer mes consecutivo, pero solo levemente, ya que la fuerte caída de la producción manufacturera fue casi contrarrestada por el retorno al crecimiento de la actividad del sector servicios, que es el sector predominante. Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice Compuesto de Actividad Total aumentó de 48 registrando en octubre a 49,6, indicando su mejor lectura desde agosto.

Tal y como ha ocurrido con la actividad, se observaron tendencias similares con los nuevos pedidos, ya que un aumento marginal de los nuevos pedidos recibidos por el sector servicios contrastó notablemente con otra fuerte caída de los nuevos pedidos recibidos por el sector manufacturero. El empleo del sector privado en su conjunto se mantuvo prácticamente sin cambios, mientras que las empresas de las economías del sector manufacturero y del sector servicios pudieron poner cómodamente al día las cargas de trabajo existentes en sus unidades.

Respecto a los precios, la inflación de los precios pagados disminuyó notablemente en el sector manufacturero, pero se mantuvo elevada en el sector servicios. Ambos sectores experimentaron fuertes tasas de inflación de los precios cobrados. Mientras tanto, la confianza sobre el futuro se mantuvo históricamente moderada, aunque mejoró en noviembre hasta alcanzar su máxima de cinco meses.

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