El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha anunciado el bloqueo de la certificación del gasoducto Nord Stream 2, diseñado para llevar gas natural desde Rusia directamente a territorio alemán, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconociera las regiones separatistas en el este de Ucrania y dijera que las tropas rusas se trasladarían al área para actuar como fuerzas de paz.
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Scholz ha añadido que Alemania no reconocerá como territorios rusos las provincias de Donetsk y Lugansk, mientras la Unión Europea y EEUU preparan sanciones económicas a Moscú.
Se trata de una de las primeras consecuencias directas de la intervención rusa en Ucrania. El gasoducto, que conecta la reservas rusas con la zona occidental de Europa a través del mar Báltico, está ya completado, pero su funcionamiento estaba aún pendiente de los certificados de operatividad en Alemania.
Scholz ha solicitado al Ministerio de Economía la retirada de un informe sobre la seguridad del suministro, clave para la certificación final del gasoducto. "Parece técnico, pero es una medida necesaria en términos administrativos y legales", ha dicho el canciller germano, que ha justificado la medida porque "la situación actual es completamente diferente".
SANCIONES DE LA UE Y DE EEUU
"Con nuestros socios europeos estamos preparando sanciones específicas contra aquellos que tomaron parte en esta decisión ilegal", ha dicho en la noche de este lunes el embajador francés ante la ONU, Nicolas de Rivière.
La embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, dijo por su parte que el anuncio de Putin suponía una amenaza directa no sólo para Ucrania, sino para cualquier otro Estado miembro soberano de las Naciones Unidas.
"El presidente Putin está poniendo a prueba nuestro sistema internacional. Está poniendo a prueba nuestra determinación y viendo hasta dónde puede llevarnos a todos", dijo. "Quiere demostrar que, mediante la fuerza, puede convertir la ONU en una farsa. Debemos actuar juntos en respuesta a esta crisis".
