A pesar de que el mundo ha vivido durante el 2020 un año convulso, la creación de riqueza parece haber sido inmunizada contra la pandemia de coronavirus, puesto que ha aumentado un 7,4% mundialmente. Aunque la crisis sanitaria ha aumentado la desigualdad y la brecha entre ricos y pobres es ahora más pronunciada. En cualquier caso, el número de millonarios se disparó el año pasado.
Según el ‘Informe Global de la Riqueza’ elaborado por Credit Suisse en su edición de 2021, esto se debe a las medidas que han tomado los bancos centrales y los gobiernos nacionales para reducir el impacto económico que iba a traer consigo el Covid-19.
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La riqueza mundial total aumentó un 7,4% y la riqueza por persona adulta también subió un 6% hasta alcanzar un máximo récord de 79.952 dólares. En general, los países más afectados por la pandemia no han notado que esta haya afectado a la creación de riqueza, aunque las clases más desfavorecidos sí están sufriendo mucho más las consecuencias.
LOS RICOS SALEN MEJOR PARADOS
La riqueza de los que poseían una mayor proporción de acciones entre sus activos, por ejemplo, los individuos de mediana edad tardía, los hombres y los grupos más ricos en general, tendieron a salir mejor parados. En la mayoría de los mercados, los propietarios de viviendas han obtenido plusvalías gracias al aumento de los precios de la vivienda.
En los países más desarrollados, la pérdida de ingresos laborales o empresariales se vio suavizada por las prestaciones de emergencia y las políticas de empleo. En los países sin ayudas a los ingresos, los grupos vulnerables como las mujeres, las minorías y los jóvenes se vieron especialmente afectados.
LOS RICOS, MÁS RICOS
Por otro lado, el número mundial de millonarios aumentó en 5,2 millones hasta alcanzar los 56,1 millones. Esto significa que, ahora, un adulto necesita más de 1 millón de dólares para pertenecer al 1% más rico del mundo, cuando hace un año esta cifra se situaba en los 988.103 dólares.
Asimismo, el grupo de personas de muy alto poder adquisitivo ('ultra high net worth' o UHNW) creció aún más rápido, con un 24% más de miembros, la mayor tasa de aumento desde 2003.
Estas cifras reflejan la creciente prosperidad de las economías emergentes, especialmente China, y la expansión de la clase media en el mundo en vías de desarrollo.
Anthony Shorrocks, economista y autor del informe, comenta que "la pandemia tuvo un agudo impacto a corto plazo en los mercados mundiales, pero este descenso se revirtió en gran medida a finales de junio de 2020. La riqueza mundial no solo se mantuvo estable frente a tales perturbaciones, sino que aumentó rápidamente en la segunda mitad del año".
Por otro lado, también percibe que "en las franjas de riqueza más bajas, en las que los activos financieros son menos frecuentes," la riqueza ha tendido a detenerse o, en muchos casos, a ceder terreno. Algunos de los factores subyacentes pueden corregirse por sí mismos con el tiempo. Por ejemplo, los tipos de interés comenzarán a subir de nuevo en algún momento, lo que amortiguará los precios de los activos".
Concretamente, la riqueza mundial agregada aumentó en 28,7 billones de dólares hasta alcanzar los 418,3 billones de dólares a finales de año. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la depreciación generalizada del dólar estadounidense representó 3,3 puntos porcentuales del crecimiento. Por lo tanto, si los tipos de cambio se hubieran mantenido igual que en 2019, la riqueza total habría crecido un 4,1% y la riqueza por adulto, un 2,7%.
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Por regiones, en Norteamérica la riqueza total aumentó en 12,4 billones y en 9,2 billones de dólares en Europa. En China, esta se incrementó en 4,2 billones y en la región de Asia-Pacífico (excluyendo a China y la India), otros 4,7 billones de dólares.
Las regiones que vieron cómo su riqueza disminuía fueron la India y Latinoamérica, que registraron pérdidas de 594.000 millones (un 4,4% en términos porcentuales) y 1,2 billones de dólares (un 11,4%) respectivamente.
El informe también estima que durante el primer trimestre de 2020 se perdieron 17,5 billones de dólares del total de la riqueza de los hogares a escala mundial, lo que equivale a una caída del 4,4%. Además, las deudas totales aumentaron un 7,5% y probablemente habrían aumentado mucho más si los hogares no se hubieran visto obligados a ahorrar más por las restricciones existentes.
