La rentabilidad del bono alemán a diez años ha caído casi a cero este jueves (0,105%), su nivel más bajo desde hace dos años, a medida que los inversionistas aumentan su demanda al buscarlo como valor refugio por los crecientes temores de desaceleración económica y recesión en Europa.

El pesimismo sobre las perspectivas económicas del continente se ha visto acrecentado en la mañana de este jueves por el recorte de seis décimas porcentuales en la previsión de crecimiento económico de la Comisión Europea para la Eurozona en 2019, que el Ejecutivo europeo prevé ahora que será de un 1,3% frente al 1,9% anteriormente proyectado.

"La Comisión ha subrayado los factores externos que afectan al crecimiento", explica Rosie Colthorpe, analista de Oxford Economics en un informe. "Las tensiones comerciales, la desaceleración de China y la incertidumbre sobre el Brexit han contribuido a las rebajadas perspectivas de cara a este año. Pero unos fundamentos domésticos sólidos deberían asegurar un aumento del crecimiento en la segunda mitad de 2019 que se evidenciará en un crecimiento del 1,6% en 2020", prevé Colthorpe.

El Bund no había estado tan bajo desde noviembre de 2016, cuando llego a tener una rentabilidad negativa ante la masiva demanda provocada por los temores de deflación. La rentabilidad de los bonos francés y holandés a diez años han caído este jueves también a sus mínimos desde aquel 2016 en 0,54% y 0,22%, respectivamente.

El bono italiano a diez años ha seguido el camino contrario al alemán, subiendo hasta un 2,97% ante los temores de que su débil crecimiento económico pueda incrementar sus problemas fiscales. El miércoles, el FMI y, este jueves, la Comisión Europea han advertido sobre los riesgos para el crecimiento económico que tienen las políticas que el Gobierno bipartito del Movimiento 5 Estrellas y la Lega pretenden implantar en el país.

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