El pequeño y mediano comercio va a afrontar sus tradicionales rebajas de verano con la esperanza de que supongan un ligero repunte interanual de las ventas respecto al mismo período del año pasado, aunque van a continuar muy lejos de las cifras de 2019, según la Confederación Española de Comercio (CEC).
La ligera mejoría que se espera respecto a 2020 va a estar ligada al efecto que sobre el consumo tiene la relajación de restricciones a la actividad de las tiendas y a la movilidad tras el fin del estado de alarma, además del avance en la campaña de vacunación y no tanto al impacto de la campaña.
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Según los últimos indicadores de comercio, como por ejemplo la Confianza del Consumidor y el Índice de Comercio minorista, que han marcado una tendencia al alza, se espera cierta reactivación del consumo para los próximos meses, que va a tener su reflejo también en el periodo de rebajas.
Sin embargo, ante este previsible repunte, las cifras de facturación van a continuar lejos de los niveles previos a la pandemia. El descenso estimado respecto al mismo periodo de 2019 se encuentra en el sector de moda y calzado, los de mayor tirón y aprovechamiento de las rebajas, con unas cifras que rondan en torno al 20% y al 30%.
Desde la liberalización de los periodos de rebajas en 2012, la fecha tradicional de inicio del 1 de julio se ha ido adelantando progresivamente y muchas grandes cadenas que ya tienen colgados los carteles de rebajas. Una dinámica que trae controversia, por ser considerada "ambigua para los clientes por contribuir a la pérdida del sentido originario con el que fueron creadas, dar salida al stock acumulado por un tiempo limitado y a precios competitivos", tal y como recoge la CEC.
IMPACTO DESIGUAL
El carácter heterogéneo del sector hace que el impacto de las rebajas sea desigual en función de la tipología, el tamaño y la ubicación de los establecimientos. Mientras las pymes del sector de zonas como Cantabria, donde se ha experimentado un pronunciado crecimiento turístico en los últimos años, van a mejorar sus ventas respecto a 2019, en otras zonas más dependientes del turismo extranjero como son Canarias y Baleares van a moverse en cifras similares a las de 2020.
Así, la reactivación del consumo en 2021 no va a compensar las perdidas que muchos subsectores del comercio han sufrido durante todo el año anterior. De esta manera, las exigencias se han orientado a agilizar de forma urgente la tramitación de las ayudas directas al sector y establecer un plan de apoyo al comercio a medio plazo con el objetivo de proteger a un sector estratégico para la economía española.
