portugalcb3
Bandera de Portugal.

Portugal ya no renta. El país luso va a dejar de ser un oasis. Un paraíso fiscal al que miles de pensionistas de otros países acudían a mojar los pies. Como es el caso de los españoles, a los que se les acaba el chollo. Especialmente a los directivos jubilados de entidades como Banco Santander, donde recibían su pensión neta y se la llevaban al país vecino, para disfrutar de exenciones fiscales. Hasta ahora. Y es que el Gobierno socialista luso, ante la presión de Bruselas y la izquierda del país, exigirá a los nuevos residentes extranjeros el 10% de sus pensiones.

Madonna. Philippe Starck. Y otras 28.000 personas, entre ellas 9.000 pensionistas. Todos ellos se "han mudado" a Portugal para ser abrazados por este régimen fiscal especialmente generoso de la ley de Residentes No Habituales (RNH, por sus siglas en inglés).

Ahora, son arrinconados por un Gobierno que comparte el mismo signo político que aquel que impuso este programa de atracción de capital extranjero en 2009. Y lo hace para acallar a la izquierda, representada por Bloco de Esquerda y el Partido Comunista, a quién necesitan para lograr la mayoría parlamentaria y la luz verde a sus presupuestos anuales.

No solo es Bruselas y la izquierda lusa. Finlandia, Suecia y Francia han cargado también contra esta medida. Las dos primeras llegaron a denunciarlo aunque solo 2.000 de sus jubilados han puesto tierra de por medio para esquivar la Hacienda de su país. En el caso galo, el tema ha cobrado importancia desde las revueltas de los chalecos amarillos que siguen poniendo en jaque al Gobierno de Macron.

¿Cómo se acoge uno al paraguas del RNH? Alquile una vivienda. Resida en ella durante al menos 180 días al año. O tenga la intención de hacerlo. Eso, y no haber tenido residencia fiscal en Portugal hasta este momento. Como dato a tener en cuenta, un tercio de los extranjeros jubilados que desembarcan en tierras lusas son franceses que huyen del cerco a las grandes fortunas de su país.

LA MEDIDA ENTRARÁ EN VIGOR EN MARZO Y NO SERÁ RETROACTIVA

Para la visa dorada la cosa cambia. Los lusos solo se la otorgan a aquellos extranjeros que inviertan, al menos, 500.000 euros en el ladrillo del país. O el doble de esta cifra en el resto de sectores. O a aquellos que creen un negocio que de trabajo, al menos, a 10 personas.

Desde su imposición en 2012 hasta 2019, Portugal ha registrado más de 8.200 visas doradas. De estas, más de la mitad pertenecen a ciudadanos chinos. La inversión en el inmobiliario es la alternativa preferida y acapara 4.500 de los 5.000 millones de euros recaudados hasta el momento.

"El régimen actual de pensiones extranjeras no es sostenible", reconoce Nuno Cunha Barnabé, de Abreu Advogados, en declaraciones al Financial Times. "Pero gravar a las grandes fortunas irá en contra de las personas que han ayudado a situar a Portugal en el mapa", apostilla.

La medida será aprobada a mediados de febrero entrando en vigor el próximo mes de marzo y no tendrá efectos retroactivos.

Noticias relacionadas

contador