La actividad manufacturera de China se expandió en octubre a su ritmo más rápido en cuatro meses, según el índice PMI publicado este lunes por el diario económico privado Caixin. El repunte se debe principalmente a la recuperación de la demanda nacional, aunque la escasez de energía y el aumento de los costos pesaron sobre la producción.
En concreto, el indicador se situó en los 50,6 puntos, por encima de los 50 de septiembre, lo que supone la tasa de expansión más alta desde el pasado mes de junio.
El sector manufacturero "se recuperó levemente en octubre respecto al mes anterior. Pero la presión a la baja sobre el crecimiento económico continuó"·, ha afirmado Wang Zhe, economista senior de Caixin Insight Group, añadiendo que "las tensiones de oferta se convirtieron en el factor primordial que afecta a la economía. La escasez de materias primas y el aumento de los precios de los productos básicos, combinados con los problemas de suministro de electricidad, crearon fuertes limitaciones para los fabricantes e interrumpieron las cadenas de suministro".
La economía de China se está desacelerando después de un repunte impresionante desde la caída impulsada por la pandemia a principios del año pasado, con su sector manufacturero en expansión afectado por brotes de Covid-19, precios más altos, cuellos de botella de producción y, más recientemente, racionamiento de energía.
Una crisis de energía provocada por la escasez de carbón, estándares de emisiones más estrictos y una fuerte demanda industrial ha llevado a restricciones generalizadas en el uso de electricidad, lo que perjudica la producción de las fábricas.
