reprise de la construction du gazoduc nord stream 2 en mer baltique
Obras de gasoducto.

La reunión del Banco Central Europeo (BCE) de este jueves -para la que se espera un incremento de tipos de 25 puntos básicos e incluso superior y detalles sobre el mecanismo antifragmentación anunciado en su momento por la entidad- es, sin ninguna duda, la gran cita de esta semana. Sin embargo, hay otro acontecimiento también previsto para el día 21 de gran importancia y que suscita tantos nervios o más como lo que pueda decir Christine Lagarde.

Se trata de ver si el gigante energético ruso Gazprom, controlado por el Estado, reanuda el suministro de gas a Alemania a través del Nord Stream 1 -tras el cierre del gasoducto por trabajos de mantenimiento desde el 11 de julio-, algo que está programado que ocurra este mismo jueves. El mercado teme que este flujo no se restablezca.

"De no restablecerse, quedaría claro que Rusia va a utilizar el gas como arma contra Occidente, lo que podría tener un impacto muy negativo en la economía de la región y, especialmente en dos de las mayores economías de la zona, tales como la alemana o la italiana, muy dependientes del gas ruso", avisa Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.

"La gran dificultad que se cierne sobre la eurozona, y en particular sobre los países consumidores de gas como Alemania, es que el gasoducto Nord Stream 1 no se reabra el jueves como estaba previsto. Cualquier indicio de ello podría suponer una nueva debilidad del euro, dado el efecto perjudicial que tendría el descarrilamiento del suministro en las economías", añade al respecto Susannah Streeter, analista senior de la firma británica Hargreaves Lansdown.

Desde Renta 4 reconocen que la decisión de Canadá de enviar una turbina necesaria para completar los trabajos de mantenimiento (turbina que hasta el momento no llegaba por las sanciones impuestas a Rusia debido a la guerra) suaviza el riesgo de que no se restablezca el suministro. Sin embargo, creen que habrá que esperar al jueves para comprobar que se reanuda de forma correcta. "Al 100% frente al 40% de capacidad a que ha estado funcionando recientemente, con el riesgo de que no se reanude tras los trabajos de mantenimiento", advierten.

"EL MAYOR RIESGO PARA LA ECONOMÍA ALEMANA"

La agencia Scope cree que la posibilidad de que Rusia interrumpa el suministro de gas como parte de su represalia por el apoyo occidental a Ucrania, o simplemente una reducción prolongada del suministro del gas en el futuro inmediato, "representan el mayor riesgo al que se enfrenta la economía alemana este año". Cabe recordar que, desde el 14 de junio, Rusia recortó en un 60% las entregas de gas a través del gasoducto Nord Stream 1. Desde entonces, los precios se han disparado aún más en Europa.

La agencia explica que las estimaciones del impacto en el crecimiento económico de Alemania varían mucho debido a las incertidumbres en torno a la sustituibilidad de las fuentes de energía para los procesos industriales. En principio, las fuentes de energía alternativas podrían sustituir una parte importante del uso del gas natural por parte del sector industrial. Más de la mitad del gas utilizado por el sector se destina a procesos de producción y alrededor del 20% a la generación de electricidad. "En la práctica, la adaptación de los sistemas para utilizar alternativas al gas requiere una inversión importante y su puesta en marcha llevará meses, como mínimo", reconoce Scope.

Según la agencia de calificación, es difícil predecir el rumbo que tomará Rusia, aunque cree que no tendría sentido detener por completo los flujos de gas, ya que eliminaría la escasa confianza que la industria alemana aún tiene en Rusia como proveedor.

"Sean cuales sean las medidas que tome el Kremlin, Alemania sigue siendo muy vulnerable por ahora porque, si el gasoducto Nord Stream 1 no vuelve a funcionar, será prácticamente imposible restablecer los niveles de almacenamiento de gas al 90% de la capacidad necesaria para el 1 de noviembre, de cara al invierno, y cubrir los 90-100 mil millones de metros cúbicos de gas natural que Alemania consume cada año. El almacenamiento de gas está funcionando este año apenas en línea con su media de cinco años, a pesar de los esfuerzos realizados para acumular reservas", explica.

TRES ESCENARIOS... DEL MALO AL PEOR

Tal y como les contábamos hace unos días, la firma alemana Berenberg baraja tres posibles escenarios sobre el flujo del gas ruso a Alemania. En el primero, Rusia reanuda las entregas de gas a Europa a un ritmo reducido tras el cierre programado por mantenimiento del Nord Steam 1. De ser así, la Unión Europea (UE) podría superar la estación fría con precios elevados pero sin graves problemas de suministro, explican estos analistas.

En el segundo, Rusia no reanuda las entregas a través del Nord Stream 1 después del jueves, lo que haría que la UE probablemente se quede sin suministro al final del invierno. "Para estar seguros, es probable que se establezca un racionamiento de gas de antemano", avisan estos expertos.

El tercer escenario plantea un cierre del Nord Stream 1 y los otros gasoductos rusos a Europa desde el jueves, lo que llevaría a una situación "aún más grave". "En caso de que se produzca un racionamiento significativo del gas, cabe esperar que el PIB real a principios de 2023 caiga aún más que nuestras actuales previsiones, entre un 1,5% y un 2% en la eurozona y entre un 2,5% y un 3% para una Alemania muy expuesta", anticipa Berenberg.

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