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Ómicron.

Una más. La firma alemana Berenberg se suma a las otras muchas que esta semana han tratado de relativizar el impacto de Ómicron, tanto a nivel sanitario como a nivel económico. La frase más repetida por todas ellas es que aún no hay datos suficientes y que hay que "esperar y ver", al tiempo que se aferran -aunque con cautela- a la posibilidad de que los síntomas de esta nueva variante del Covid sean leves.

Es por ello que la mayoría no quiere modificar nada o prácticamente nada de sus previsiones económicas y bursátiles para 2022 pese a esta nueva cepa del virus que, muy inoportunamente, ha surgido cuando los bancos ya tenían preparadas sus proyecciones, muchas de las cuales son considerablemente favorables.

"Aunque seguimos siendo cautelosos a corto plazo, no vemos que Ómicron suponga un riesgo grave para nuestras previsiones de crecimiento sólido en 2022 a ambos lados del Atlántico", reconocen desde Berenberg, en línea con lo que esperan otros muchos. Eso sí, añaden un "todavía" a su predicción, y reconocen que las restricciones para contener la actual oleada de infecciones de la variante Delta y para prevenir o contener una oleada de Ómicron "ensombrecen las perspectivas económicas a corto plazo".

Esta circunstancia es así especialmente en el centro de Europa, subrayan, donde las capacidades médicas ya están sobrecargadas. Así, esta semana se alertaba de la complicada situación en Alemania, que está a las puertas de votar para hacer que la vacuna sea obligatoria. En este sentido, Berenberg no descarta que este complicado contexto "pueda desplazar parte del crecimiento de finales de 2021 y posiblemente principios de 2022 al segundo y tercer trimestre del próximo año".

PUNTO MÁXIMO EN LA OLA DELTA

Mientras la atención se centra en Ómicron, están apareciendo los primeros indicios de que la ola Delta puede estar alcanzando su punto máximo en algunos países más afectados del centro de Europa, como en Austria, y posiblemente también en Alemania y los Países Bajos, señalan desde Berenberg.

En respuesta a las infecciones récord y a las nuevas restricciones, las tasas de vacunación están aumentando. En Austria se vacuna cada día al 1,2% de la población. La tasa alemana sigue aumentando, superando ya el 0,8%.

"Sigue existiendo el riesgo de que otros países, como Alemania, tengan que seguir a Austria en un bloqueo total. Sin embargo, los avances en la vacunación y los primeros indicios de un pico en las infecciones registradas parecen mitigar ese riesgo. Esta semana Berlín ha vuelto a endurecer las restricciones a los no vacunados, sin acercarse a un cierre para los vacunados y los recuperados", repasan desde Berenberg.

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