• En los dos primeros trimestres del año se hicieron pagos con tarjeta por valor de 58.465 millones de euros
  • En Suecia se han marcado el 2030 como la fecha para que el dinero en efectivo desaparezca
ordenador y teléfono movil

Parece imposible salir de casa sin algunas monedas o billetes en la cartera. Pero cada día estamos más cerca de que eso ocurra. Eso sí, lo que no habrá que olvidar es el 'smartphone' o la tarjeta de crédito. En los dos primeros trimestres del año se hicieron pagos con tarjeta por valor de 58.465 millones de euros frente a los 56.325 millones de euros que se sacaron de los cajeros, según datos del Banco de España. Es la primera vez que ocurre esto. ¿Hay que olvidarse del 'cash'?

Verónica López, consultora de Analistas Financieros Internacionales (AFI), señala que el futuro pasa por pagar todo de manera tecnológica. “Es más seguro y una forma de luchar contra la economía sumergida”, explica.

Y ya hoy una pregunta que cada vez resulta más pertinente es ¿podría ir la sociedad hacia un mundo sin billetes o monedas?

Algo con lo que coincide la Asociación Española de Fintech e Insurtech. “Me atrevería a decir que en un futuro no muy lejano lo extraño será ver billetes y monedas porque utilizaremos cada vez más medios y métodos de pago basados en la tecnología móvil”, apuntan desde la vertical de pagos de la Asociación. De hecho, en algunas zonas ya se están retirando los billetes con más valor.

Por ejemplo, el Banco Central Europeo (BCE) anunció el pasado 4 de mayo que dejará de emitir billetes de 500 euros desde el 1 de enero de 2018. Aunque López asegura que es una medida “tímida”, reconoce que es un paso. Para la consultora hubiese sido mejor quitarlos de la circulación. Suecia, por su parte, se ha marcado el 2030 como la fecha para que desaparezca el dinero en efectivo, aunque podría ocurrir antes.

Según los datos del Banco de Suecia, el uso de dinero en efectivo ha ido disminuyendo en los últimos años. Entre 2009 y 2014, el dinero en efectivo pasó de 11.000 millones de euros a algo más de 8.000 millones de euros.

Otro ejemplo llega desde India. El Gobierno de Narendra Modi decidió retirar de circulación los billetes de 500 y 1.000 rupias para combatir el dinero negro. Sin embargo, esta decisión ha desatado una auténtica crisis de liquidez, o lo que es lo mismo, este episodio ha evidenciado que el dinero en efectivo está en declive, pero que sigue siendo relevante para el comercio y la vida diaria.

¿FIN DEL EFECTIVO?

En todo caso, la secuencia sigue creciendo. Y ya hoy una pregunta que cada vez resulta más pertinente es ¿podría ir la sociedad hacia un mundo sin billetes o monedas? Parece ser que sí, pero aún queda un largo camino. En muchas ocasiones, los comercios no aceptan pagos con tarjeta o con dispositivos móviles por las comisiones que cobran desde los bancos emisores. Sin embargo, la Directiva de Servicios de Pago, una normativa europea, facilita el pago con dinero tecnológico. Así, se fija con carácter general una comisión del 0,3% en crédito y del 0,2% en débito hasta un máximo de 7 céntimos por acción.

Por el momento, el efectivo sigue siendo el principal medio de pago en regiones como Europa

Si la operación es hasta 20 euros, el porcentaje se rebaja a 0,2% con tarjetas de crédito y 0,1% en débito. "Es una cantidad irrelevante", apunta Verónica López. De hecho, la consultora de AFI entiende que hace unos años en algunos comercios no se aceptaran los pagos con tarjeta o que incluso se pusiera un mínimo, "pero ahora no tiene sentido".

"Estoy convencido de que cada vez el dinero en efectivo se utilizará menos y que utilizaremos cada vez más medios y métodos de pago electrónicos para realizar nuestras compras y transacciones", aseguran desde la Asociación Española de Fintech.

Por el momento, el efectivo sigue siendo el principal medio de pago en regiones como Europa. El 66% de los pagos minoristas en 2015, según el informe PwC 'Los medios de Pago, un paisaje en movimiento', tuvo lugar con dinero físico. No obstante, no conviene dejar de lado el auge de los métodos alternativos. En países avanzados tecnológicamente, como EEUU, el efectivo es usado tan sólo en un 48% de las ocasiones y las fronteras entre los diferentes canales son cada vez más difusas.

En España, según la última encuesta de Banca móvil de ING, el 59% de la población ya admite que ha reducido el uso de efectivo durante el último año y el 60% prevé que realizará cada vez más pagos con su 'smartphone' en el futuro.

LA FACILIDAD DEL DINERO TECNOLÓGICO

La tendencia del mercado se está concentrando en facilitar la experiencia del usuario en el momento de pago, ya que no sólo se habla de las tarjetas de pago, sino de transferencias entre aplicaciones o pagos directamente con el móvil. “Las entidades quieren facilitar la migración del parque de tarjetas a otras que permiten el pago sin contacto y, más recientemente, en el pago directamente con el terminal móvil”, señala Gonzalo Caselles, director de medios de pago de ING Direct.

La vertical de pagos de la Asociación Española de Fintech ejemplifica con los taxis cómo se está haciendo esa transformación al dinero tecnológico. Explica que no hace mucho los pagos en taxis se realizaban con efectivo. Luego se implementó el pago con tarjeta que se extendió gracias a la reducción de las comisiones, “ahora es raro ver un taxi que no cobre con tarjeta”. Pero va más allá: “Gracias a la tecnología, han surgido aplicaciones móviles como MyTaxi o Cabify que han conseguido incrementar de forma significativa el pago electrónico en este medio de transporte”.

“Los medios de pago electrónico dejan rastro”, señala Verónica López, algo que según explica podría beneficiar el fin de la economía sumergida. Además, asegura que los medios de pago tecnológicos han mejorado la experiencia de los usuarios. “Los pagos inmediatos y P2P constituyen un servicio más flexible, cómodo y adaptado a un cliente que opera cada vez más a través del móvil, en cualquier lugar y momento”, explica Caselles.

Desde la Asociación Fintech aseguran que son muchos los beneficios, el primero la seguridad, “pero hay que seguir por la eficiencia y la rapidez en realizar las transacciones y ahorro de tiempo a consumidores y comercios”. Algo con lo que coincide Verónica López, de AFI. “Poco a poco, subraya, la tecnología está mejorando y adaptándose a la rapidez que requiere la sociedad”.

“Son también las empresas las que están experimentando cambios muy significativos a la hora de utilizar distintos medios y métodos de pago para cobrar por sus productos y servicios”, explica la vertical de pago de la Asociación Fintech.

Aún hay obstáculos por superar. “Lo malo es que falta educación financiera”, apunta Verónica López

Y POR SUPUESTO LAS APLICACIONES

En todo este ecosistema no podrían faltas las 'apps'. En la actualidad, hay numerosas aplicaciones que permiten que el dinero en efectivo sea algo del pasado. La más reciente es 'Bizum' que lleva en funcionamiento un mes y medio. Esta aplicación es una plataforma de pago entre usuarios que une a los clientes de 27 bancos distintos.

En este tiempo 'Bizum' ya cuenta con 200.000 usuarios y ha movido más de 3 millones de euros. En total, se han realizado más de 91.000 operaciones desde su puesta en marcha el pasado 3 de octubre, según los datos de la plataforma.

Esta aplicación permite las transferencias entre usuarios, sin comisiones, y con un importe máximo de 150 euros. "Las nuevas soluciones pasan por los micropagos con aplicaciones móviles", apunta Verónica López, que aplaude la aplicación de Bizum. Por ahora, sólo permite hacer transferencias entre usuarios, pero ofrecerá próximamente la posibilidad de pagar en tiendas con móvil y en tiendas 'online' con tarjetas virtuales creadas para cada compra.

ING, que no forma parte de la red Bizum, se suma a esta tendencia con sus propias herramientas. Como Twyp, una aplicación de pagos entre particulares que tiene la misma función que 'Bizum'. Esta app se lanzó en diciembre de 2015 y permite al usuario realizar pequeños pagos a cualquier número de su agenda de teléfono. "Siempre de forma gratuita y disponible para cualquier persona sea del banco que sea", destaca Gonzalo Caselles. Twyp cuenta a día de hoy con 300.000 usuarios, de los que el 40% no son clientes de ING Direct.

Además, en septiembre pusieron en funcionamiento Twyp Cash. Esta aplicación ofrece un servicio pionero en España para pagar la compra y retirar efectivo en establecimientos a través del móvil. La consultora de AFI asegura que esta aplicación beneficia a todos. "Beneficia al cliente, al supermercado y a las gasolineras, porque se desprenden de efectivo y es más barato para ING porque no hay comisiones".

LA ADAPTACIÓN DE LA SOCIEDAD

Pero estos pasos no implican que el dinero vaya a desaparecer ya. Aún hay obstáculos por superar. “Lo malo es que falta educación financiera”, apunta Verónica López. Algunos usuarios, explica, no utilizan los medios de pago tecnológicos por inercia. No obstante, matiza que la sociedad española está bien equipada para hacer esta transición. De hecho, en la actualidad es difícil pagar algunas cosas en efectivo como la factura de móvil o de la luz. Sin embargo, el hecho de pagar con tarjeta o aplicaciones móviles algunas cosas cotidianas como la compra o una consumición en un bar no está muy extendido.

Según la última encuesta de Banca móvil de ING, el 39% de los españoles asegura haber utilizado una aplicación móvil para abonar sus compras o para realizar pagos entre personas. Entre las principales ventajas que encuentran en su uso están la rapidez, la sencillez o la posibilidad de utilizarlas desde cualquier ubicación.

El director de Medios de Pago de ING Direct explica que la respuesta de los clientes ante Twyp Cash ha sido muy positiva. “Un servicio pionero en nuestro país que, cuando apenas ha pasado un mes desde su lanzamiento, ya ha conseguido superar los 140.000 usuarios registrados”, puntualiza. Desde la Asociación Española Fintech señalan que “la sociedad es muy inteligente y se adapta inmediatamente a los cambios tecnológicos útiles, y en lo que respecta a los medios de pago sucede lo mismo”.

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