• Draghi exhibirá prudencia y abordará la desaceleración económica de la Eurozona
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La primera reunión del Banco Central Europeo (BCE) del año no quita el sueño a los inversores. Tras finiquitar el 'QE' en diciembre, no se espera ningún cambio en la política monetaria de la entidad hasta, por lo menos, el mes de marzo. Es más, los analistas avisan de que al regulador se le está cerrando la ventana de oportunidad para efectuar su primera subida de tipos desde 2011.

Los mercados cada vez tienen más dudas sobre que el presidente de la entidad, Mario Draghi, despida su mandato al frente del supervisor monetario con un incremento de las tasas, ya que soplan vientos en contra para que lo ejecute antes de finales de 2019. El contexto actual de desaceleración económica y los temores de una posible bajada de tipos de la Reserva Federal de EEUU (Fed) en 2020, "han empujado sus expectativas a la segunda mitad del año próximo", señalan Franck Dixmier, analista de Allianz GI.

Se alinea con esta opinión Simon Wells, economista de HSBC, que también ubica el abandono de los tipos negativos en el mismo rango temporal. Los últimos datos macro "han sido desalentadores" y alejan aún más una actuación en esta línea, señala este experto. "La primera reunión tras el fin de las compras de bonos no podía celebrarse bajo peores auspicios", comentan por su parte los analistas de BofA Merrill Lynch, dado que los datos publicados desde que el banco central revisara a la baja sus riesgos macro el mes pasado aún se han deteriorado más.

La desaceleración ha afectado a las cuatro economías principales de la región: Alemania, Francia, Italia y España. Cada país enfrenta dificultades específicas, pero los cuatro han registrado una caída sincronizada en sus indicadores de actividad, incluidos los datos del índice de gestores de compras (PMI). Además, la inflación subyacente, un indicador clave para el BCE, se está estancando en alrededor del 1%, lejos de la meta del banco central, que es casi del 2%. Por lo tanto, estos desarrollos "hacen que sea más difícil para el Banco Central Europeo continuar la normalización gradual de su política monetaria", razona Dixmier.

Esperan los analistas que Draghi tome buena nota, reconozca que los riesgos de desaceleración, cuando no de recesión, que se consideraron temporales en diciembre, probablemente duren más de lo esperado. De ser así, los expertos de Ebury indican que "se desestimará cualquier aumento de tipos en 2019". Al tiempo, desde BofA Merrill Lynch advierten que el banquero central preparará el terreno para el mes de marzo, cuando están programadas las próximas proyecciones económicas de la entidad.

"El mercado espera que el italiano vista sus alas de paloma este jueves", apostillan los economistas del banco estadounidense, lo que sugiere "un impacto limitado". En cuanto al euro, Ebury se sorprende que la moneda haya aguantado los 1,13 dólares ante todas estas previsiones negativas, pero BofA Merrill Lynch no apuesta porque los efectos del contenido de la reunión del BCE persistan en la divisa comunitaria.

¿Y LAS NECESIDADES DE LOS BANCOS?

Prolongar el entorno de tipos negativos más allá de 2019 "tendrá consecuencias sobre los bancos de la Eurozona y sobre los ahorradores", advierte Philipp Vorndran, estratega de mercados de Flossbach Von Storch. Y ante esto, "nadie duda que el BCE continuará actuando para evitar una desaceleración más aguda de las condiciones financieras", subraya Dixmier. "Más allá del horizonte de reinversiones anunciado en diciembre (que podría continuar después de la primera subida de tipos) el banco central también podría anunciar la posibilidad de nuevos programas de liquidez en 2020", prosigue.

"Esto calmaría los temores de que los mercados se agoten, especialmente en vista de las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTROs según sus siglas en inglés) previstas", agrega el experto de Allian GI.

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