El crecimiento de las exportaciones chinas se aceleró inesperadamente en julio, hasta el 18% con respecto al año anterior, el ritmo más rápido de 2022, según mostraron el domingo los datos oficiales de aduanas, en comparación con el aumento del 17,9% en junio y superando las expectativas de los analistas de un aumento del 15,0%.
Hay indicios de que las interrupciones en el transporte y la cadena de suministro causadas por las restricciones de Covid siguen disminuyendo, justo a tiempo para que los transportistas se preparen para la demanda máxima de compras de fin de año.
El tráfico de contenedores de comercio exterior en ocho grandes puertos chinos aumentó un 14,5% en julio, acelerando el aumento del 8,4% de junio, según los datos publicados por la asociación portuaria nacional.
El punto sombrío lo arrojan las importaciones siguen teniendo problemas que 2,3%, frente al 1% de junio, y por debajo de las expectativas de un aumento del 4%. "Esta falta de impulso se debe a la falta de confianza de los consumidores chinos, así como a la desaceleración del sector inmobiliario", comenta Michael Hewson, analista de CMC Markets. "Las últimas cifras comerciales de China parecen corroborar en parte la preocupación por las perspectivas económicas", añade.
Dado este contexto, cree el experto que "el gobierno chino parece haber tirado ya la toalla en cuanto a su objetivo del 5,5% del PIB, con informes de la semana pasada en los que se dice que ahora debe considerarse una guía". En realidad, "el objetivo ha sido una ilusión desde abril, cuando Shangai, al igual que la mayor parte del país, se vio bloqueada mientras Covid se extendía por todo el país", agrega.
Con pocos indicios de que las autoridades chinas estén dispuestas a flexibilizar su enfoque de Covid cero en la segunda mitad de este año, es muy probable que la demanda interna siga siendo débil.
