- El Gobierno en funciones no tiene la potestad de nombrar nuevos cargos en la institución ni de renonar a los actuales
- Este hecho podría dejar 'descabezado' al regulador español
- Los mandatos de la presidenta, Elvira Rodríguez, y de la vicepresidenta, Lourdes Centeno, acaban el 6 de octubre
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) necesita de un Gobierno formado cuanto antes, si no quiere verse 'descabezada' de consejeros. La Ley del Mercado de Valores obliga al regulador al cese automático de dichos consejeros de la CNMV cuando se produce la finalización de sus mandatos. Esto, unido a que el Gobierno en funciones no tiene la potestad de nombrar nuevos cargos en la institución, podría dejar "en estado de coma" a la CNMV.
Por tanto, si los políticos españoles no llegan a un acuerdo para poder investir a un presidente del Gobierno para el mes de agosto, la CNMV podría verse a la vuelta de las vacaciones sin el 'quorum' necesario para poder adoptar las decisiones y acuerdos que realiza día tras día el regulador español sobre las sociedades cotizadas en los mercados del país, asegura El Confidencial.
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ELVIRA RODRÍGUEZ FINALIZA EN OCTUBRE
La situación se agrava debido a que tanto la presidenta, Elvira Rodríguez, como la vicepresidenta, Lourdes Centeno, terminan sus mandatos el próximo 6 de octubre una vez que finalicen sus cuatro años de mandato para los que fueron nombradas en el año 2012. Estas dos importantes ausencias provocaría un gran cisma, ya que la comisión ejecutiva de la CNMV, vital en el organigrama y las decisiones que toma el regulador, no tendría la presencia suficiente para poder dar luz verde a ningún acuerdo, ya que tan solo estaría compuesto por dos vocales, Beatriz Viana y Juan Manuel Santos-Suárez.
Los expertos ven por tanto que se viene un "estado de coma" a la vuelta del verano en la institución. Con la salida de Rodríguez y Centeno, el consejo de administración de la CNMV se encontraría también sin sus representantes más importantes, en los cuáles se encuentran delegados gran parte de los procedimientos de gestión de los mercados.
Por tanto, la bolsa de España podría entrar en una especie de 'parálisis ejecutiva' y no se podrían llevar a cabo cuestiones elementales que afectan a las sociedades cotizadas españolas e instituciones de inversión colectiva a la vuelta del verano, un momento fundamental para los mercados debido a que las empresas suelen reservar operaciones para los meses previos al cierre del ejercicio.
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