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La Reina Isabel II ha dado el pistoletazo de salida de forma oficial al nuevo curso político en Reino Unido con su discurso en Westminster, en el que ha dejado claro que la prioridad es salir de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre. Escrito por el Gobierno de Boris Johnson, este discurso sirve para que el primer ministro establezca su agenda de cara a los próximos meses. Y la del dirigente conservador está claramente dirigida hacia nuevas elecciones.

Johnson ha expuesto, a través del discurso de la reina, su plan de gobierno para los próximos meses siempre que sus planes salgan según lo previsto y gane unas elecciones que ya se esperan para dentro de unas semanas. El 'premier' ha prometido centrarse en asuntos internos si puede lograr el Brexit para finales de este mes, anunciando hasta 26 proyectos de ley centrados, entre otras cosas, en sanidad, delincuencia y educación.

El problema es que, tal y como está actualmente configurado el Parlamento británico, y con Johnson habiendo perdido la mayoría que tenía, es difícil que sus planes se conviertan en ley. Por eso, precisamente, busca elecciones anticipadas, y muchos ven ya en sus propuestas de este lunes, lanzadas a través del discurso de la reina, el esqueleto de su programa electoral.

Y es que siete de las propuestas se refieren al Brexit, pero todo depende de que se cumpla la primera de ellas: que haya un acuerdo con la UE que permita aprobar el Acuerdo de Retirada para que Reino Unido abandone el club comunitario de forma ordenada. De hecho, señala Bloomberg, en caso de que Johnson y Bruselas lleguen a un acuerdo antes de que acabe este mes (ahora hay más esperanzas que hace una semana), el primer ministro ha prometido intentar apresurar los plazos en el Parlamento. De no ser así, es decir, si no logra acercar posturas con los Veintisiete, podría intentar sacar a Reino Unido de la UE a las bravas, aunque lo más probable es que pidiese una nueva prórroga que retrasase el divorcio.

La cuestión es que Johnson está tan lejos de la mayoría en Westminster que no podría aprobar ninguna legislación controvertida sin unas elecciones de por medio, algo a lo que la oposición no cederá hasta que retrase el Brexit o llegue a un acuerdo con Bruselas.

Estas son las principales propuestas lanzadas por el Gobierno británico a través del discurso de la reina:

-Brexit: el Gobierno dice seguir "comprometido a asegurar un acuerdo con la UE y a negociar una relación ambiciosa en el futuro, basada en el libre comercio y la cooperación amistosa". Reitera su compromiso de eliminar el 'blackstop' en la frontera irlandesa y a implantar un nuevo protocolo que impida que se instaure una frontera dura, aunque pocos detalles más ha ofrecido al respecto.

-Inmigración: entre sus propuestas está la de acabar con la "libre circulación" para garantizar que el Gobierno británico pueda ofrecer un "nuevo sistema de inmigración basado en puntos a partir de 2021", que tendrá en cuenta las habilidades y contribuciones de las personas a Reino Unido. Además, señala que los ciudadanos de la UE que entren en el país desde 2021 estarán sometidos a los mismos controles que los ciudadanos no UE.

-Medio ambiente: Johnson ha dicho que por primera vez los principios medioambientales se consagrarán en la legislación británica, que también creará nuevos objetivos de mejora medioambiental jurídicamente vinculantes. Además, se establecerá por ley un nuevo regulador independiente para examinar la política y la legislación ambiental, investigar las quejas y tomar medidas para hacer cumplir la ley. Por último, el Ejecutivo británico planea introducir tasas para determinados productos de plástico de un solo uso.

-Derecho y orden: el 'premier' se compromete a abordar los delitos violentos y a fortalecer la confianza de los británicos en el sistema de justicia penal. Ha garantizado que los delincuentes violentos y sexuales pasarán más tiempo en prisión y que sus penas se ajustarán a la gravedad de sus delitos. También quieren hacer frente a los delincuentes reincidentes y prolíficos.

-Servicio nacional de salud: el objetivo es llegar a un acuerdo de financiación plurianual que supondrá un aumento de 33.900 millones de libras anuales en el presupuesto del Servicio nacional de salud británico (NHS por sus siglas en inglés) para 2023-24.

-Infraestructuras: la idea de Johnson es presentar una estrategia nacional de infraestructuras más adelante para establecer una visión a largo plazo que permita mejorar la infraestructura digital, de transporte y de energía. También se abordarán los retos críticos que plantea el cambio climático, con el compromiso de que Reino Unido logrará emisiones netas nulas para 2050.

-Servicios financieros: el Gobierno planea una legislación que refuerce el papel de Reino Unido como "centro financiero internacional" después del Brexit. Johnson quiere hacerlo mediante la "mejora" de la competitividad del sector, pero sin erosionar las "normas reguladoras líderes en el mundo". Entre los objetivos, simplificar la venta de fondos de inversión extranjeros en el país, aplicar las normas de capital bancario acordadas globalmente hasta la fecha y garantizar que las empresas financieras de Gibraltar tengan acceso a largo plazo al mercado británico.

-Adquisiciones extranjeras: los conservadores planean endurecer sus capacidad para bloquear o intervenir en la compra extranjera de cualquier compañía británica en cualquier sector que pueda afectar la seguridad nacional. Hasta ahora, recoge Reuters, el Estado británico solo podía intervenir en la adquisición por parte de capital extranjero de cualquier empresa por encima de un determinado tamaño que haya desempeñado un papel en la seguridad nacional, la provisión de pluralidad de los medios de comunicación o la estabilidad del sistema financiero.

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