El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Reino Unido se situó en el 1,7% en septiembre, el mismo nivel que en agosto, con lo que se mantiene en mínimos desde diciembre de 2016. Según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadística británica (ONS), la inflación fue del 0,1% en tasa intermensual.
Esta ausencia de cambios ha sido provocada por los precios de la gasolina, que cayeron en septiembre al ritmo más fuerte en más de tres años, un 2,1% en comparación con el mismo mes del año anterior. "Los precios del combustible para motores y automóviles usados cayeron, pero fueron compensados por los aumentos de precios de muebles, electrodomésticos y habitaciones de hotel", afirma la ONS.
Esto sugiere, además, que las expectativas de inflación para el próximo año entre el público británico han comenzado a enfriarse después de alcanzar su nivel más alto en años. También se mantienen en línea con las previsiones del Banco de Inglaterra, cuyas cifras sitúan la inflación británica en el 1,6% en el último trimestre de este año.
Las previsiones del Banco de Inglaterra sitúan la inflación británica en el 1,6% en el último trimestre de este año
El organismo considera que las presiones inflacionarias suponen que aún puede ser necesario aumentar los tipos de interés a medio plazo, siempre que se ponga fin a la persistente incertidumbre del Brexit y la economía mundial se recupere de su desaceleración.
Que los precios se mantengan sin cambios en septiembre es "una señal de que la economía general está luchando contra la tormenta". "Con la inflación ahora aparentemente por debajo del objetivo del Banco de Inglaterra, es más probable que el próximo cambio en los tipos de interés sea a la baja, siguiendo la tendencia ya establecida en Europa y EEUU", apuntan los analistas de Fidelity International. Avisan que los inversores tienen que "estar preparados para la volatilidad potencial que se avecina", ya que "están recibiendo una serie de mensajes mixtos: los salarios están en aumento y la inflación parece estar bajo control, pero, por otro lado, también hay pronósticos de que la economía experimentará nuevas contracciones en el tercer trimestre".
Por su parte, desde Henderson Rowe creen que "es probable que el Banco de Inglaterra se quede quieto por un tiempo ya que, considerando lo frágil que es la economía de Reino Unido en este momento, un error de política sería desastroso".
