El índice del clima empresarial Ifo alemán se recupera del shock vivido en marzo, cuando cayó hasta los 90,8 puntos, y repunta hasta los 91,8, frente a los 89 previstos, mientras que el índice de condiciones económicas también mejora ligeramente hasta los 97,2 puntos, y las expectativas se sitúan en los 86,7 puntos.
El mes anterior, el componente de valoración actual fue de 97 puntos y el de las expectativas de 85,1 puntos.
Estos datos concluyen que la economía alemana parece resistir tras la primera sacudida de la guerra en Ucrania, con el estado de ánimo estabilizándose en un nivel bajo, aunque alejándose de la idea de una recesión. Los problemas de la cadena de suministro siguen siendo importantes para la industria, mientras que un 75% de las compañías alertan de problemas, en este sentido.
Por otro lado, la industria manufacturera se recupera de la caída del mes pasado, a la vez que las condiciones del sector servicios se han mejorado notablemente.
"Recordemos que Alemania es la mayor economía de la Eurozona, y cualquier mejora en el sentimiento aquí tendría una influencia en el resto de Europa", indica Naem Aslam, de Avatrade.
"Lo más importante es que el sentimiento empresarial se estabiliza, tras el fuerte deterioro de Expectativas que supuso el mes pasado la invasión rusa de Ucrania. Si bien, se mantiene en zona de contracción económica en un entorno marcado por el riesgo de interrupciones de suministro energético, cuellos de botella en las cadenas de suministro y la Inflación", indican los expertos de Bankinter. "También se ve afectado el sentimiento inversor – el indicador ZEW se sitúa en niveles similares a marzo/2020 tras caer 92 puntos en 2 meses -. La escalada en el precio de las materias primas conlleva más Inflación y menos crecimiento y los bancos centrales endurecen la política monetaria", añaden.
