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Xi JinpingMaurizio Gambarini/dpa - Archivo

Fitch Ratings ha elevado su previsión de crecimiento de la economía China para 2023 hasta el 5,0%, desde el 4,1% anterior. Lo ha hecho ante la "evidencia de que el consumo y la actividad se están recuperando más rápidamente de lo inicialmente previsto después de que las autoridades se apartaran de su política 'cero Covid'".

Como explica la agencia de calificación, además la gran oleada de infecciones por Covid-19 que siguió al cambio de enfoque de las autoridades, es decir, a la reapertura, "parece estar remitiendo, sobre la base de las comunicaciones públicas de los funcionarios de sanidad y la mejora de las tendencias de movilidad".

Y aunque es cierto que muchos indicadores de alta frecuencia siguen por debajo de las cifras anteriores a la pandemia, Fitch destaca que "han repuntado recientemente en términos secuenciales". Así, se refiere al PMI servicios, que subió a 54,4 en enero desde el 41,6 registrado en diciembre de 2022. En opinión de la agencia de rating, "la rápida recuperación de la onda expansiva de Covid significa que la actividad en el primer semestre de 2023 será más fuerte de lo que habíamos previsto".

Además, recuerda que el crecimiento del PIB real también fue mayor en el cuarto trimestre de 2022 de lo que se esperaba cuando publicaron sus últimas previsiones, el pasado 5 de diciembre de 2022, por lo que "la recuperación partirá de una base más firme", opina Fitch.

"Creemos que la recuperación económica estará impulsada principalmente por el consumo, a medida que los hogares retomen actividades que antes se veían obstaculizadas por los controles sanitarios", comenta la agencia en una nota, en la que recuerda que el consumo apenas contribuyó al crecimiento del PIB en 1 punto porcentual el año pasado, frente a una media anterior a la pandemia de alrededor de 4 puntos porcentuales.

Tal y como explica, la "fuerte aceleración del crecimiento de los depósitos de los hogares" registrada en 2022 podría "respaldar un consumo 'de recuperación' aún más rápido de lo que prevemos ahora". Sin embargo, también creen en Fitch que "los depósitos anormalmente elevados a partir de 2022 no se destinarán exclusivamente al consumo, ya que también reflejan una reasignación de activos desde el sector inmobiliario y otras inversiones que podrían revertir en 2023".

REPUNTE MENOS VERTIGINOSO

No obstante, pese a la mejora de las previsiones, los analistas de la agencia de rating esperan que el repunte económico de 2023 "sea menos vigoroso que el de 2021, cuando la economía china registró un crecimiento del PIB del 8,4%". "Esto refleja en parte la debilidad del mercado inmobiliario, que mostró pocos indicios de mejora en las ventas o en la construcción de viviendas a finales de 2022, a pesar de la acumulación de políticas de apoyo". En este sentido, destaca que la superficie residencial en construcción se redujo un 46% interanual en diciembre de 2022, lo que apunta a continuos retrasos en los proyectos.

Asimismo, Fitch cree que el comercio neto será "un lastre" para el crecimiento del PIB este año, ya que "un repunte de los viajes al extranjero de los consumidores chinos aumentará las importaciones de servicios, mientras que la demanda de exportaciones se verá deprimida por la desaceleración económica en EEUU y Europa".

Opina que "es probable que los efectos retardados del apoyo político al crecimiento sean modestos", y es que en 2022 solo se produjeron dos pequeños recortes de los coeficientes de reservas obligatorias de los bancos y de los tipos de interés oficiales. "En consonancia con esto, el crecimiento del crédito sigue siendo mediocre, con una financiación agregada de la economía real ajustada por Fitch que se ralentiza hasta el 9,4% en diciembre de 2022, desde el 10,8% de junio de 2022", comenta la agencia.

Bajo su punto de vista, la orientación de la política fiscal "sigue siendo incierta" antes de la Asamblea Popular Nacional de marzo. "No esperamos una gran consolidación este año, dado el reciente énfasis de las autoridades en el crecimiento y la estabilidad". En Fitch prevén un déficit presupuestario de alrededor del 7% del PIB en 2023, por debajo del 8% estimado para 2022, cifra que sigue muy por encima de la tendencia anterior a la pandemia.

"Creemos que la estabilización de la recuperación seguirá siendo el objetivo clave a corto plazo, pero no prevemos una relajación agresiva de la política macroeconómica", concluye Fitch, que el pasado mes de diciembre confirmó la calificación soberana de China en 'A+' con perspectiva estable.

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