La última Encuesta de Población Activa (EPA) sitúa el número de trabajadores con un contrato indefinido al cierre de junio en 11.900.300, lo que significa que está cerca de alcanzar el máximo histórico que España registró hace justo una década. Sin embargo, el país aún tiene un problema que resolver: el número de asalariados a tiempo parcial prácticamente no ha variado respecto al pasado año.
El número de contratos indefinidos aumentó en 231.400, cerca de un 2%, en el segundo trimestre en comparación con los tres primeros meses del año, y en 416.200, un 3,6%, respecto al mismo trimestre del pasado ejercicio. Esta cifra es mayor que el número de trabajadores que han conseguido un contrato temporal en el mismo periodo, 150.800 contratos en comparación con el primer trimestre de 2018, con lo que la cifra de asalariados temporales alcanza los 4.357.000. Sin embargo, la tasa de temporalidad se mantiene en un nivel similar al del año pasado, en el 26,8%.
Los contratos a tiempo parcial han aumentado más de un 1%, rompiendo la racha de dos trimestres consecutivos de descensos
Pero no todo son buenas noticias en los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya que España no consigue deshacerse de un problema, el de los trabajadores a tiempo parcial. La cantidad de este tipo de contratos no solo no ha descendido en el último año, sino que ha aumentado más de un 1%, rompiendo la racha de dos trimestres consecutivos de descensos. La ratio de parcialidad se mantiene alrededor del nivel del 16%.
A cierre de junio el número de ocupados a tiempo parcial sumaba 85.400 personas y situaba la cifra total en 2.899.700, la más alta registrada en España. Además, las mujeres con un contrato a tiempo parcial son ya 2.159.600, lo que representan cerca del 75% del número total, mientras que solo 740.100 son hombres, cuya cifra ha descendido un 2,3% respecto al año anterior.
Este tipo de jornada laboral supone que las horas computadas se reducen, lo que implica que el Estado percibe menos por las cotizaciones a la Seguridad Social en comparación con las de alguien que trabaje a tiempo completo. El trabajador también se ve afectado, ya que cotiza menos de cara al desempleo y a una futura jubilación, a lo que hay que añadir que el salario percibido también es menor.
En España, la parcialidad involuntaria se mantiene en tasas del 8%. Los trabajadores aceptan un contrato a tiempo parcial porque no encuentran un empleo a jornada completa, afirman desde la Unión General de Trabajadores (UGT), lo que conduce a empleo "precario" y "poco productivo" y un aumento del llamado "subempleo".
En España, la parcialidad involuntaria es un problema, ya que se mantiene en tasas en torno al 8%
Es más, el boletín económico del Banco Central Europeo (BCE) ya avisaba hace unos meses que, aunque el empleo a tiempo parcial está aumentando en toda la Zona Euro, en España tiene un matiz diferente. Es decir, mientras que en el resto de países este tipo de jornada es deseada por el trabajador, aquí crece cada vez más la involuntariedad a la hora de decidirlo. El organismo considera, además, que este tipo de empleo "precario" hace que los trabajadores tengan "menor satisfacción y unos salarios más bajos".
De hecho, la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, aseguró tras la publicación de la EPA que en España persisten "ineficiencias claras" en relación al empleo, como los altos niveles de temporalidad y parcialidad.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, dijo que el objetivo del Gobierno es "intensificar" los contratos indefinidos, para lo que "realizará esfuerzos para incentivar" este tipo de contratación y "reducir la tasa de temporalidad que existe en nuestro mercado de trabajo". "Hay que seguir perseverando" en que el empleo "sea de más calidad, bajar la temporalidad y que los parciales sean de verdad parciales", ha añadido.
Algo que viene después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidiera al Ejecutivo español que fomente la contratación indefinida. El organismo presentó hace unos días un informe en que expresaba que hay que hacer más atractivos los contratos indefinidos y reducir los obstáculos que elevan su coste.
