La economía estadounidense creció un 2% en el primer trimestre de 2018 según la tercera y definitiva revisión de la Oficina de Análisis Económico (BEA) de Estados Unidos. Una corrección de dos décimas sobre la anterior publicación que reduce los datos de expansión de inversión privada, del Índice de Precios de Consumo Personal (PCE) y de exportaciones.
"La estimación del PIB publicada hoy se basa en información más completa que la utilizada en la segunda revisión del mes pasado. En la segunda previsión, el crecimiento del PIB real fue del 2,2%. Con esta tercer estimación para el primer trimestre, el aspecto del crecimiento económico se mantiene intacto", reza el documento de la BEA. Un pensamiento que comparten los analistas, con una economía que se ha recuperado en la primavera tal y como muestran los indicadores cualitativos de los PMIs manufactureros o de servicios.
La velocidad de expansión del gasto de los consumidores se corrigió hasta el 0,9% en su menor desarrollo desde 2013. Además, jóvenes y miembros de la tercera edad redujeron su gasto en servicios médicos, mientras que las familias rebajaron su desembolso en asesoramiento financiero y seguros. La inversión privada puso la nota positiva del informe, con una aceleración del 7,5%, pese a ser también revisada a la baja.
Las previsiones de crecimiento para el segundo trimestre avanzaron hasta el 5,3% en lo que sería la mayor cifra de los últimos quince años, con el programa de estímulos fiscal de Donald Trump alzando a la economía estadounidense hacia el objetivo de alcanzar una expansión anual del 3% en 2018.
