• El índice de la Fed de Philadelphia se desploma hasta los 19,5 puntos en julio, desde los 27,6 de junio
  • "El BCE ahora está interesado en rebajar el euro", asegura Kathy Lien
  • La libra pierde los 1,30 dólares ante los miedos de que el Brexit acabe sin acuerdo
  • El euro/libra registra nuevos máximos de 8 meses casi en las 0,9000 libras
bce, banco central europeo

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha decidido no volver a jugársela y moderar su discurso después de que las expectativas de una inmediata reducción de la política ultra-expansiva del supervisor monetario se dispararan tras su intervención en el simposio de Sintra (Portugal). Ha recuperado su vieja cantinela de que una política monetaria claramente expansiva "aún es necesaria" para respaldar la recuperación y el retorno de la inflación hacia el objetivo de la entidad, cerca del 2%. Y aunque sus palabras iban claramente destinadas a enfriar el euro, que ha llegado a caer hasta los 1,1480 dólares tras el anuncio de tipos de interés, la divisa comunitaria ha decidido darse la vuelta hasta un nuevo récord de casi dos años, en los 1,1660 dólares.

La reacción inicial del euro/dólar ha sido la de extender las recientes caídas por debajo de los 1,1500 dólares, pero no ha aguantado demasiado en estos niveles y rápidamente se ha impulsado un 0,8%, para poner rumbo hacia los 1,1580 dólares. Poco después ha despejado también la resistencia que descansaba en los máximos de 2016, en los 1,1616 y ha seguido extendiendo su avance hasta niveles de precio no vistos desde el 24 de agosto de 2015. El euro/dólar acumula una subida de un 1,2% en la jornada y de un 4,2% desde el 27 de junio, cuando Draghi revolucionó a los inversores desde Portugal al apuntar a una retirad de los estímulos en el futuro muy próximo.

Desde el punto de vista del análisis técnico, José María Rodríguez, analista de Bolsamanía indica que estamos "ante una más que interesante superación de resistencias que todavía hay que terminar de confirmar". "Si en velas mensuales el euro/dólar es capaz de superar los máximos de 2016, lo lógico es que veamos al cruce dirigirse hacia la parte superior del canal bajista de largo plazo, ahora en los 1,2770 dólares", comenta el experto. Señala también que "en el más corto plazo se puede decir que el cruce ya no presenta resistencias claras hasta la zona de los 1,1996 dólares (1,20 en números redondos), coincidiendo un hueco bajista semanal que nos dejó el euro/dólar a comienzos de enero de 2015". En otros cruces, el euro/yen escala a máximos de nueve días y el euro/libra registra nuevos máximos de ocho meses en las inmediaciones de las 0,9000 libras.

La culpa, no obstante, no hay que echársela a Draghi por completo. La comparecencia del banquero central ha coincidido con la publicación del índice de la Reserva Federal de Philadelphia del mes de julio, que ha caído hasta los 19,5 puntos, desde los 27,6 puntos del mes anterior y por debajo del consenso de mercado, en los 23,0 puntos, confirmando que la economía de EEUU se ha debilitado en los últimos meses. El dólar también ha cedido marginalmente posiciones contra el yen, que ha vuelto a máximos de la jornada, cerca de los 112,00 unidades por dólar.

De vuelta al BCE, tal como se esperaba, no ha variado en julio el núcleo de su estrategia monetaria. "El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos", refleja por un lado en su comunicado. "El Consejo de Gobierno confirma que las compras netas continuarán al actual ritmo de 60.000 de euros mensuales hasta el final de diciembre de 2017 o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación", sostiene con respecto a las compras de activos.

“El 7 de septiembre Draghi anunciará que se están estudiando varias opciones con detalle, entre ellas la de reducir las compras de activos en enero de 2018”, Berenberg

Pero es Draghi quien acapara la atención y ha cumplido con lo esperado por expertos como Kathy Lien, analista de BK Asset Management, que confiaba en que "el BCE decepcionara” a los más impacientes. “Si ofrecía cualquier detalle en estos momentos que alimentara las grandes expectativas del mercado, el euro podía catapultarse más allá de los 1,1600 dólares y alcanzar, con toda probabilidad, los 1,2000 dólares antes de la reunión de septiembre”, ha matizado la analista. Por lo tanto, Lien, que cree que al banco central no le interesa que la moneda europea se dispare contra el dólar, opina que el BCE ahora está interesado “en rebajar el euro”.

De esta manera, el BCE “en lugar de impulsar el euro/dólar hacia los 1,2000 dólares para que después ponga rumbo a los 1,2500 dólares, cuando oficialmente se reduzcan las compras de activos, pretende reducir el rally ahora y administrarlo mejor en los próximos meses”, explica Lien. "Para una economía dependiente de las exportaciones con baja inflación, la subida de la moneda reduce la presión sobre el banco central para eliminar la política acomodaticia", concluye la experta.

Para otros expertos como Craig Erlam, analista de Oanda, la reacción del euro muestra que el BCE "no tiene nada de lo que preocuparse porque, a pesar de tratar de desviar su atención, el mercado ya trabaja con la idea de que el BCE paulatinamente reducirá las compras de bonos". "Draghi sólo podría haber sido más acomodaticio si hubiera señalado claramente que los estímulos no se acabarán este año y aún así, el euro ha remontado, dejando claro que lo operadores ya no se lo creen".

SIGUIENTES PASOS

Ahora, los analistas marcan en rojo en sus calendarios la próxima reunión del 7 de septiembre, cuando el banco central también presenta sus proyecciones económicas, como la fecha en que se proseguirá "pasito a pasito" hacia la salida de su agresiva política monetaria, según expertos de Berenberg. Draghi ha evitado dar fechas concretas, pero sí ha concedido que la discusión sobre la estrategia de salida tendrá lugar "en otoño".

La firma alemana, no obstante, apunta por que en el último cónclave del verano, Draghi anuncie "que se están estudiando varias opciones con detalle, entre ellas la de reducir las compras de activos en enero de 2018". El calendario que ofrecen los expertos de Berenberg es que, en octubre, comunicará que en el primer mes del próximo año el BCE reducirá la expansión cuantitativa de 60.000 millones de euros a 45.000 millones de euros, hasta marzo de 2018". "Después, irán reduciendo progresivamente el volumen de compras en 15.000 millones de euros mensuales hasta el fin de septiembre de 2018", añaden

El plan del banco central, prosiguen desde Berenberg, pasa por subir el tipo de depósito del -0,4% al -0,25% a finales de 2018 y justo un año después, se dará el primer incremento de la tasa de interés. Así, "en septiembre de 2019 abandonará sus mínimos históricos del 0% "para subir en un cuarto de punto, hasta el 0,25%", pronostican los analistas de la firma alemana.

EL BOJ NADA A CONTRACORRIENTE

La actualidad del mercado de las divisas pasa este jueves por el yen, que ha vuelto a depreciarse contra el dólar hasta las 112,400 unidades después de que el Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) haya dejado los tipos de interés sin cambios y haya rebajado sus expectativas para alcanzar la meta de la inflación del 2%.

En un movimiento ampliamente esperado, el BoJ ha mantenido las tasas en el 0,1% y ha aplazado hasta 2019 el rango temporal para que los precios al consumo repunten hasta el nivel fijado por el supervisor. Este gesto refuerza las expectativas de que el banco central japonés nadará contracorriente de los principales bancos centrales mundiales, que se espera que normalicen su política monetaria en el futuro próximo.

La debilidad que arrastra el dólar, fruto de una combinación de factores, entre los contratiempos desde el frente político, que dificultan que el presidente estadounidense, Donald Trump, saque adelante los 'trumponomics', la falta de la prisa de la Reserva Federal (Fed) por subir los tipos y el decepcionante desempeño de la economía, han limitado la devaluación del yen. De hecho, ni siquiera el buen resultado en los datos de ventas de viviendas, publicados el miércoles, ha animado al dólar que sigue sin levantar cabeza.

Por último, se espera que la libra siga consolidando alrededor de los 1,3000 dólares o que vuelva por encima de los 1,3100 dólares si los datos de ventas minoristas, que han batido las expectativas en el mes de junio, hasta el 0,6%. No obstante, la libra ha cedido posiciones hasta los 1,29700 dólares, para luego recuperar los precios anteriores, pero permanece debilitada por las noticias de que Reino Unido puede abandonar las negociaciones del Brexit sin un acuerdo.

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