• El 'billete verde' vuelve a las ganancias contra el yen por la mejora del apetito por el riesgo
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Si hay algo que puede eclipsar los devaneos de la guerra comercial entre EEUU y China es el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Mientras la actualidad pasa por el hacha de guerra que ha enterrado el presidente chino, Xi Jinping, al señalar las intenciones de China de “abrir” su economía al mundo y de reducir los aranceles, el euro sigue boyante por encima de los 1,23 dólares, impulsado por la confianza del banquero central en la economía de la Eurozona.

El dólar, por su parte, avanza contra otros rivales, apuntalado por el incremento del apetito por el riesgo y, de hecho, su avance modera la escalada de la ‘moneda compartida’ que se debate entre los 1,2300 y los 1,2310 dólares este martes.

Draghi y tres de sus colegas más veteranos señalaron el lunes que, si bien la inflación sigue siendo demasiado baja y una disputa comercial global plantea una nueva amenaza, el repunte económico de la región sigue siendo sólido. Los comentarios llegan un poco más de dos semanas antes de que el Consejo de Gobierno del banco central se reúna para discutir cómo y cuándo podría terminar su programa de compra de bonos.

"Esperamos que el ritmo de la expansión económica se mantenga fuerte en 2018", dijo Draghi en el informe anual de la institución, mientras que el economista jefe, Peter Praet, añadió que no ve motivos para cambiar la perspectiva económica del BCE. El vicepresidente, Vitor Constancio, al presentar el informe al Parlamento Europeo, indicó que las presiones sobre los precios aumentarán gradualmente y que deben permanecer prudentes para no "descarrilar" esos acontecimientos.

Los expertos de Danske Bank, por su parte, señalan que los miembros del banco central "se pusieron las alas de halcón, debido a que los indicadores que se han publicado en las potencias del euro en los últimos meses hacen pensar en una ralentización de la expansión económica del bloque comunitario". Los expertos de la entidad danesa también llaman a estar alerta a la publicación de las actas del BCE y de la Reserva Federal (Fed) esta semana para obtener una guía más clara.

XI JINPING Y TRUMP, ¿ARMISTICIO?

Pero aunque el repunte del euro hasta máximos de una semana contra su rival estadounidense no puede explicarse sin hacer alusión al BCE, la noticia sigue estando en el frente de la guerra comercial. Los inversores comienzan a estar un poco "cansados" ante el 'toma y daca' de EEUU y China, según los expertos, pero que el ataque y contraataque arancelario de la semana pasada se haya convertido en una tregua, ha dado alas a las bolsas mundiales y ha animado al dólar contra el yen.

El 'billete verde' se ha enfilado por encima de los 107,22 yenes, de camino a los máximos de un mes y medio del pasado jueves después de que se haya dado un nuevo y positivo cruce de declaraciones entre el presidente estadounidense, Donald Trump y su homologo chino. La libra, en cambio, prolonga su reciente figura y se estira hasta los 1,4167 dólares, máximos de más de dos semanas, apuntalada por el avance de los datos del mercado inmobiliario en el mes de marzo.

El mandatario estadounidense publicó varios tuits tendiendo la mano al gigante asiático. En su red social favorita, el republicano se mostró convencido de que se alcanzaría un acuerdo en comercio exterior, aunque no dejó de remarcar la diferencia de aranceles entre las importaciones y las exportaciones de vehículos entre EEUU y China.

El presidente chino, por su parte, ha recogido el guante lanzado por Trump y ha pronunciado un discurso desde el foro asiático de Boao -un cónclave anual que se considera el ‘Foro de Davos de Asia’- en el que ha anunciado que tomará medidas para “abrir” la economía china al mundo. Entre los pasos anunciados para mejorar las relaciones con sus socios comerciales destaca, sin ir más lejos, la reducción de los aranceles que se aplican a los vehículos.

"Tomaremos la iniciativa para expandir las importaciones", ha señalado el presidente del gigante asiático en sudiscurso anual del foro económico asiático. Además, Xi ha señalado que llevará a cabo una disminución de los gravámenes sobre otros productos, reforzará la propiedad intelectual de las firmas extranjeras y mejorará el entorno y condiciones de inversión para las empresas internacionales.

“El aparente deseo del presidente del gigante asiático de equilibrar los pagos internacionales de su país es claramente una gran noticia para las naciones y las empresas que venden productos a China”, señala Jasper Lawler, analista de London Capital Group. “Xi ha mostrado buenas intenciones a través de su discurso y todavía nos aferramos a nuestra creencia de que se evitará una guerra comercial”, ha agregado.

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