El desempleo en Reino Unido aumentó ligeramente en septiembre, hasta situarse en el 4,1%, frente al 4% del mes anterior, tasa en la que los analistas esperaban que se mantuviera. Con esto, la cifra total de desempleados se sitúa en 1,38 millones de personas, según los datos publicados este martes.
Sin embargo, este porcentaje ha descendido si se compara con el dato de septiembre del año pasado, cuando la tasa de desempleo fue del 4,3%. Así, frente a 2017 hay 43.000 parados menos.
En cuanto a la tasa de empleo, es decir, la proporción de personas de 16 a 64 años que trabajaban, es del 75,5%, con los que se sitúa por encima del año anterior, cuando era del 75%. Hasta septiembre, en Reino Unido hay 32,41 millones de personas trabajando.
Además, los datos muestran que hay 8,74 millones de personas de entre 16 y 64 años económicamente inactivas, es decir, que no trabajan y no buscan ni están disponibles para trabajar, 147.000 menos que el año anterior. La tasa de inactividad económica fue del 21,2%, inferior a la de 2017 (21,6%).
Por su parte, los ingresos semanales promedio de los empleados en Reino Unido en términos nominales (es decir, no ajustados por la inflación de precios) aumentaron un 3,2% en comparación con el año pasado. Esto supone el ritmo de crecimiento más rápido en una década y cómodamente por encima del nivel de inflación correspondiente del 2,4% extraído del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Las estimaciones más recientes muestran que estos ingresos en términos reales (es decir, ajustados por la inflación de precios) aumentaron un 0,9%.
Según los analistas de Foenix Partners, "la economía británica continúa desafiando la incertidumbre del Brexit". "Las cifras de desempleo sorprendentemente aumentaron, pero en conjunto los datos arrojan una luz próspera sobre la economía de Reino Unido, en sintonía con las previsiones del Banco Central, lo que sugiere que una estrategia de aumento gradual de los tipos estará en el horizonte en 2019. Sin embargo, un Brexit sin acuerdo probablemente tendrá un impacto drástico en los indicadores económicos y descarrilará la implementación de la política del Banco de Inglaterra".
